Los lazos entre Dávila Ouviña y la Junta andaluza se evidencian
Barbanza
El pobrense contrató a una sobrina de un ex alto del gobierno de Andalucía
01 Dec 2011. Actualizado a las 06:00 h.
Desde la detención del vecino de A Pobra Manuel Alejandro Dávila Ouviña tras, supuestamente, llevarse más de veinte millones en ayudas del Ministerio de Industria para montar empresas en Andalucía que finalmente no vieron la luz, todo el mundo empezó a pensar que este hombre, que en su localidad pasaba por ser el dueño una modesta gestoría, debía contar con unos contactos muy buenos en el sur para haberse hecho con tanto dinero público. Cada vez es más evidente esa hipótesis. No solo hay fotos que demuestran que se codeaba con personas ligadas al gobierno andaluz. Resulta que el pobrense incluso tuvo contratada en una de sus firmas, concretamente en Soluciones Tecnológicas Ambientales, a una sobrina de un ex alto cargo de la Junta de Andalucía.
La mujer en cuestión es Ofelia Perales Moreno. Aquí ese nombre no dice mucho. Pero en Andalucía habla por sí solo. Resulta que esta persona, vinculada a una de las empresas de Ouviña, es sobrina de Antonio Perales, que fue quien, supuestamente, introdujo al pobrense en Cádiz y que era gerente de la agencia que decidía a quién se le daban las ayudas destinadas a crear empresas y a quién no. Y no solo eso. También es hija del fallecido Alfonso Perales, que en su día fue consejero de la Junta de Andalucía y alto cargo socialista a nivel nacional. Asimismo, pertenece al llamado clan de Alcalá de los Gazules, de donde salieron pesos pesados socialistas como la ministra Bibiana Aído.
Perales tuvo que dimitir
En fin, que está claro que Manuel Alejandro Dávila Ouviña, que fue enviado a prisión de forma provisional imputado por blanqueo, estafa y falsedad documental, y sus colaboradores estaban bien apadrinados en la comunidad andaluza.
De hecho, el tío de la persona contratada, Antonio Perales, dimitió al empezar a oler mal todo este asunto de las ayudas -el Ministerio, mediante notificaciones oficiales, llegó a reclamar el dinero de las subvenciones a las firmas de Dávila Ouviña-. Cuando dejó el cargo se hizo la víctima, señalando que se sintió engañado por el pobrense, pero cada vez son más las evidencias de que ambos mantenían una relación estrecha y, por tanto, pudiese ser que Perales estuviese al cabo de la calle de lo que ocurría.
Contrató a siete personas
Otra de las novedades de este caso, cuya investigación continúa en el más profundo de los silencios, es que hasta ahora se pensaba que Dávila Ouviña había conseguido todo ese dinero sin mover un solo ladrillo. Es decir, que le habían dado ayudas destinadas a reindustrializar la bahía de Cádiz y que, sin embargo, no había llegado a montar ninguna empresa. Sí puso en marcha una. O al menos hizo el amago de ello. Es la firma en la que contrató a la sobrina de Antonio Perales y a otras seis personas más, casi todas gallegas. De hecho, varias podrían ser de A Pobra y alguna de Vilagarcía. Esta circunstancia hace que todavía resulte más sorprendente que la Junta de Andalucía no actuase antes contra Ouviña, ya que se supone que las subvenciones se daban para fomentar el empleo en Cádiz y él se llevaba a operarios de Galicia.
De todas formas, quienes le acompañaron en esa empresa tampoco tuvieron demasiada suerte. En julio de este mismo año dejaron de cobrar sus salarios. Era el principio del fin. Fueron despedidos y la firma acabó desmantelándose.