La crisis vuelve a poner en auge la emigración al extranjero

La falta de oportunidades laborales está obligando a un número creciente de barbanzanos a coger las maletas y marcharse al extranjero en busca de un puesto de trabajo más o menos estable. Desde el año 2008, año del comienzo de la crisis económica actual, han sido un millar y medio de vecinos los que se han decidido a probar suerte en otros países.

El número de habitantes de la comarca que figuran inscritos en los distintos consulados, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) con referencia al 1 de diciembre de 2011, se sitúa en 15.982 personas, 625 más que un año antes. De hecho, al contrario de lo que sucede en otras comarcas limítrofes, la evolución de la emigración en los territorios de Barbanza, Muros y Noia sigue creciendo de forma sostenida durante los últimos ejercicios.

Noia y Porto do Son

Por municipios, Noia y Porto do Son se sitúan, con 200 nuevos emigrantes, como los territorios de la zona en los que más ha crecido el volumen de su diáspora, mientras que en Boiro y Lousame ha sucedido todo lo contrario, con un incremento del número de emigrados de apenas medio centenar de personas. La radiografía de los nuevos emigrantes barbanzanos coincide con los del resto de la comunidad en cuanto a que se trata, en su mayor parte, de varones incluidos en una franja de edad que va de los 31 a los 45 años y que se marchan hacia destinos considerados tradicionales, como Suiza o Estados Unidos, donde disponen de familiares o contactos que les facilitan la búsqueda de un trabajo.

De las estadísticas del INE se extrae que Outes supera, por primera vez en la última década, los dos millares de vecinos residiendo de forma habitual en el extranjero colocándose como el territorio de la comarca con un mayor censo de residentes ausentes. Le siguen Ribeira y Noia con 1.878 y 1.800.