Mujeres de armas tomar

El salón de plenos de Ribeira se quedó pequeño. Cerca de un centenar de lecheras fueron homenajeadas en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Hubo lágrimas de emoción y el alcalde, Manuel Ruiz Rivas, pronunció un discurso con el que destacó su esfuerzo para sacar adelante a las familias en una época, si cabe, más difícil que la que se vive ahora. Especialmente entrañable fue el momento en el que Josefa Prego, la lechera más veterana de las presentes, recibió una réplica en cerámica del faro de Corrubedo.

El resto de sus compañeras de profesión se llevaron a casa una flor con la que se quiso expresar el agradecimiento de todos los vecinos. Con todo, el regidor se quedó con ganas de obsequiar a otra lechera, la mayor del concello de Ribeira, y a la que visitará en los próximos días. Se trata de María Saíñas, que el próximo mes de abril cumplirá los 108 años.

Una historia de novela

Precisamente en A Pobra, el Día de la Mujer Trabajadora se centró en la figura de otra centenaria, Alianza Saíñas. Desde pequeña, con solo 12 años, empezó a trabajar para ayudar a sus padres. Comenzó en la fábrica de maderas Vicente Lijó, la que adquirieron los hermanos Boullón. Era una más de la familia y quedó demostrado con la presencia en el acto de homenaje de Juan Boullón y el hijo del fallecido Antonio Boullón.

También Boiro, Noia y Muros quisieron rendir tributo a sus vecinas en este día en el que eran muchas las mujeres que recorrían las calles con una flor en la mano. En la casa consistorial boirense se entregó una tableta electrónica a Raquel Rodríguez Triñanes, alumna ganadora del certamen de carteles.

En Muros se inauguró una muestra fotográfica que quiso valorar el trabajo de la mujer, también en el ámbito doméstico. Las reivindicaciones de igualdad se sucedieron en Noia con pancartas en las que se leía: «Nós tamén contamos o Caladiña non estou máis bonitiña».

Los pobrenses colmaron de cariño a la centenaria Alianza Saíñas