Mediolanum, un banco diferente y solo para familias, abre un centro en Boiro
Barbanza

El presidente de la entidad, el catalán Carlos Tusquets, explicó su proyecto
05 Apr 2014. Actualizado a las 07:00 h.
Aunque lleva desde el 2005 tejiendo su red de clientes en la comarca, no fue hasta ayer cuando el banco Mediolanum -fundado en España pero ahora ligado a un grupo italiano- abrió un centro de consultores en Boiro. No se trata de una oficina bancaria al uso. Porque tampoco se trata de una entidad crediticia estándar. Ni mucho menos. Tal y como explicó ayer su creador y presidente, el catalán Carlos Tusquets, esta firma únicamente tiene como clientes a familias, no a empresas. Y lo que busca, sobre todo, es asesorarlas en la gestión de sus ahorros. Según los datos de la entidad, en Galicia cuenta ya con unos 7.500 clientes.
¿Cómo funciona Mediolanum? Quizás, para entenderlo bien, lo mejor sea empezar con una frase del propio Tusquets, perteneciente a una saga de banqueros catalanes: «La banca lleva desde que se inventó haciendo lo mismo y ahora se enfrenta a un giro de 180 grados. Desde que hay telefonía móvil e Internet ya no se necesitan oficinas, lo que se busca es que el banquero asesore a uno en cualquier momento y lugar».
Internet
A partir de ahí, se entenderá mejor que Mediolanum no cuente con oficinas. Sus clientes operan básicamente por Internet. En caso de que necesiten sacar dinero pueden hacerlo en cualquier cajero sin ningún tipo de comisión. Además, se llegó a un acuerdo con el BBVA y se pueden usar sus oficinas para retirar e ingresar. ¿Por qué, entonces, abre un centro en Boiro? Lo que ayer se inauguró en la avenida de la Constitución es un centro de consultoría, un lugar al que los clientes pueden ir para que su asesor personal charle con ellos.
Y es que otro de los conceptos que introduce Mediolanum es el del asesor personal. Cada cliente tiene uno asignado -en Galicia trabajan 66 personas en esta red-, dispone de su teléfono móvil y puede estar en constante comunicación con él.
El banco, básicamente, está pensado para familias que tienen ahorros o están en vías de conseguirlos y necesitan asesoramiento. No se trata de un banco que, por ejemplo, capte clientes a través de la financiación de hipotecas. Tusquets señaló que una vez que uno está dentro de la clientela sí puede acceder a un préstamo, no antes.
Las preferentes
Para Tusquets, la lista de diferencias entre un banco al uso y el suyo es enorme. Habla también de asuntos peliagudos. Indica que esta entidad no vendió ni aconsejó a sus clientes comprar productos como preferentes. Todo al contrario, señala Tusquets, «se advirtió a nuestros consultores, que a su vez se lo transmitieron a la clientela, de qué productos se trataba y qué riesgos había».
Ayer a última hora estaba previsto un encuentro de los principales espadas de esta entidad bancaria con sus clientes en la comarca. La idea del grupo de Tusquets era transmitir con claridad la forma de trabajo de la entidad: «Los clientes tienen acceso a su consultor en todo momento. Da igual que hablen en casa de uno o de otro o en el bar. Están conectados».
«Los ciudadanos no necesitan oficinas en cada esquina, necesitan un banquero que los escuche»
Carlos Tusquets