La sirena de Castiñeiras mira a Río
Barbanza
El gran reto de la deportista ribeirense es participar en los juegos olímpicos del 2016
06 Apr 2014. Actualizado a las 07:00 h.
Hasta la fecha, solo se tiene constancia de un deportista barbanzano con la vitola de olímpico. Se trata del boirense Franco Cobas, que compitió como remero en Roma 1960. Si la mala suerte no lo evita, la cita de Río de Janeiro, prevista para el 2016, podría convertirse en la segunda con participación de, al menos, una persona de la zona, María Vilas, una realidad de la natación española. El Club de Natación de Ribeira ha sido su casa deportiva. Y la piscina municipal de A Fieiteira, se podría decir, su segunda habitación. Allí moldeó su talento la también conocida como la sirena de Castiñeiras. Algo de lo que Juan Carlos Brión, mentor y amigo, se encargó personalmente.
El tiempo pasa. Y aquella niña que logró su primer trofeo con 7 años ha crecido para hacerse un hueco, a base de medallas, en la élite de este deporte. Nacionales, internacionales, gallegos, con la selección gallega o española, da igual, los premios llegaron desde muy temprano. Pero ahora el techo está en Río de Janeiro. El hecho de llegar ya sería el mejor reconocimiento a tanto esfuerzo. A toda una vida en la piscina, a la que llegó con 6 años.
La Federación Española de Natación conoce tanto la trayectoria como las expectativas de Vilas. Es más, le interesa y se preocupa por encauzar el talento de la sirena de Castiñeiras a través del programa Río 2016, que tiene como objetivo formar a jóvenes con el mismo potencial que la barbanzana para que lleguen a dicha olimpiada.
Mucho trabajo
«Todavía queda mucho trabajo por hacer y jornadas de entrenamiento que completar. Además no estoy yo sola. Son muchos los buenos nadadores que quieren lo mismo. Por eso, prefiero ir poco a poco», explica María Vilas. A corto plazo, el reto más cercano es el Open de España, que será en Mallorca el próximo fin de semana. Allí, intentará alcanzar las marcas para estar en el campeonato de Europa absoluto, además de para llegar a la olimpiada júnior.
En lo personal, es plausible el cariño que María Vilas siente por su tierra natal. Desde pequeña ha viajado de país en país para competir. También reside fuera, concretamente en Pontevedra. Pero ella sabe, y demuestra, que su casa está en Ribeira. El mismo apego, en lo deportivo, se convierte en lealtad cuando toca hablar de su club de toda la vida. Es su casa y quiere que lo siga siendo mientras pueda. Ofertas no le han faltado para cambiar y seguir creciendo, pero las ha rechazado. Sabe que su entorno en Ribeira está cualificado para aconsejarle lo mejor, algo que salta a la vista, ya que mal no le ha ido nunca.
En su casa el apoyo también es incondicional. De hecho, sus padres mantienen una relación muy estrecha con los entrenadores y directivos del club ribeirense. Para ellos, pensar que María puede ser olímpica -un privilegio que podría compartir con la atleta, también ribeirense, Ana Peleteiro- es un sueño que sus progenitores anhelan ver cumplido en el 2016.
Lo mismo sucede entre su entorno de amigos. Tanto los barbanzanos como los otros muchos que ha hecho gracias a la natación y con los que mantiene una activa relación, personalmente y a través de Twitter.
MARÍA VILAS NADADORA
El Club Natación Ribeira, desde los 6 años, fue su escuela deportiva. El centro de alta tecnificación de Pontevedra también lo es desde que cumplió 14.
María Vilas prosigue sus estudios en la ciudad del Lérez y le gustaría hacer Psicología.
La olimpiada de Río es su mayor objetivo, aunque llegar a la júnior, este año es su reto más próximo en el calendario.