La Voz de Galicia

El alzhéimer ya afecta a un millar de barbanzanos de más de 65 años

Barbanza

P. Calveiro

El único centro especializado de la zona tiene solo 30 plazas y se prevé ampliarlas en abril

25 Feb 2016. Actualizado a las 05:00 h.

El alzhéimer, considerada una de las principales enfermedades del siglo veintiuno, avanza a pasos agigantados entre las poblaciones más envejecidas. Y, según las últimas estimaciones del Servizo Galego de Saúde, ya afecta a un millar de barbanzanos de más de 65 años, quienes conviven en su día a día con una demencia de mayor o menor grado.

Del incremento de su incidencia dan constancia desde el Centro de Día de Alzheimer de Barbanza, el único en toda la comarca especializado en el tratamiento de esta enfermedad y otras demencias. Estas instalaciones públicas de gestión privada cuentan actualmente con solo 30 plazas, una cifra insignificante en comparación con el número de afectados que hay en la zona, aunque desde la Consellería de Política Social prevén que se aumente en abril su capacidad para atender a 35 usuarios. 

«A demanda era desbordante», afirma la directora del centro ribeirense, Noelia Riaño, quien reconoce que la ampliación prevista desde la Xunta era «necesaria». «Cinco prazas non é moito», admite, pero cualquier avance es positivo, dice.

Lista de espera

No es de extrañar que, en este contexto, hubiera lista de espera para entrar en las instalaciones gestionadas por la Asociación Galega para a Axuda dos Enfermos de Alzheimer (Agadea). Desde la Xunta confirman, sin embargo, que actualmente hay solo seis personas pendientes de una plaza en el servicio ribeirense, si bien es cierto que es una bolsa que «sube y baja por momentos», señalan.

Una posible explicación de la reducida lista de espera la aportan desde el propio centro, en donde han detectado que «dende mediados do ano pasado houbo varias persoas que renunciaron a unha praza a causa da implantación do novo sistema de copago porque se incrementaron os prezos». Explican que este cambio supuso, en muchos casos, que el coste del centro público equiparase o superase al de los privados, por lo que hubo varias familias que acabaron decantándose por esta segunda opción.

El incremento que supuso el copago del servicio para los destinatarios varía en función de cada caso. Antes únicamente se tenía en cuenta la renta y ahora también el patrimonio. Así, «o que para uns puido supoñer unha suba do 50% no prezo, para outros foi un 20%, polo que é un tanto relativo», indica Riaño. En cualquier caso, «cando queda unha vacante non temos problemas para cubrila de forma case inmediata», asegura.

Programa para externos

Conscientes de la demanda y buscando atender al mayor número posible de afectados, desde Agadea han puesto en marcha un programa terapéutico para personas externas al centro. Empezaron con algo más de una decena de asistentes y, en cuestión de semanas, ya han duplicado la cifra. 

En estas sesiones que ofrece por las tardes la asociación en su sede de Ribeira se trabaja la estimulación cognitiva, la fisioterapia y otras actividades lúdico-manipulativas con las que se pretenden abarcar las distintas necesidades de los enfermos.

¿Los resultados? «A melloría é palpable», asegura Riaño. «De estar no domicilio a estar nun centro de atención individual, prodúcese un detrimento importante da sintomatoloxía que frea a evolución da enfermidade», concluye la directora del centro de alzhéimer. 

El CHUS lidera un proyecto de investigación europeo para tratar la enfermedad

Al tiempo que avanza el número de afectados de alzhéimer, también lo hace la investigación y el hospital de Santiago (CHUS) se encuentra en la avanzadilla para el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad. Desde los laboratorios del complejo compostelano se coordinará un proyecto europeo que busca desarrollar nanoestructuras que permitan detectar esta demencia cinco años antes de que comience su sintomatología clínica. 

Conocido como PANA, se trata del primer proyecto H2020 liderado por un investigador del Servizo Galego de Saúde (Tomás Sobrino), se desarrollará a lo largo de unos cinco años con un presupuesto de 7,8 millones de euros gestionados íntegramente desde Santiago y contará con la implicación de un centenar de investigadores europeos.

En toda el área sanitaria de Santiago, en la que se incluye Barbanza, se calcula que hay 6.000 pacientes afectados con algún grado de demencia (un 7% de los mayores de 65 años).


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