La Voz de Galicia

Penido, 150 ralis y 16.000 kilómetros

Barbanza

M. G. REIGOSA Santiago / la voz
Luis Penido debutó en competición con un Peugeot 205.

El piloto arrancó hace 20 años en la carrera de Noia y sigue en la brecha, sin atisbar fecha para echar el freno

31 Mar 2016. Actualizado a las 05:00 h.

Un 12 de abril de 1996 Penido debutaba en el calendario gallego de ralis, en Noia, al volante de un Peugeot 205. Dos décadas más tarde, con los 45 ya cumplidos, el mismo piloto compostelano se apresta a competir la próxima semana en los tramos de Noia, en la prueba que abrirá el calendario autonómico de asfalto de esta temporada. El coche que aparece en la cartelería de la Escudería Berberecho para promocionar la carrera es aquel 205 del 96.

La suya fue una afición tardía que prendió a la par que estudiaba Empresariales. Con la carrera ya terminada decidió probar en la carretera, y ya no se apeó.

Recuerda perfectamente aquel estreno: «No tuvimos suerte. Abandonamos en el último tramo, a solo doscientos metros de meta, porque era cuesta arriba. Si no, hubiésemos llegado. Pero nos gustó la experiencia».

No en vano, al echar la vista atrás le salen unos 150 ralis, incluyendo subidas de montaña, y unos 16.000 kilómetros cronometrados, que es como ir a Madrid y volver quince veces sin apenas levantar el pie del acelerador. Y, echando la vista al frente, no se atreve a acotar un horizonte en el que le tocará renunciar al asfalto y el volante: «En el equipo seguimos disfrutando. Cuando no sea así, lo dejaremos y no pasará nada. Pero no sé cuando será».

El Rali de Noia es uno de sus favoritos, y uno de los que mejor se le dan, con un par de segundos puestos. El Alvariño, el Botafumeiro, el Rías Baixas, la incursión en el calendario nacional con Óscar Pereiro... Son muchas las vivencias agradables que se van sumando en su historial. Pero hay una especial: «A finales del 97 fuimos al Rali de Madrid con cuatro duros y las ruedas gastadas, porque no teníamos para unas nuevas, en el 106. Quedamos segundos en el Desafío Peugeot».

Más allá de esas participaciones puntuales, hay un dato que valora por encima de cualquier otro: «Es increíble la afición que hay en Galicia por el motor. Y te das cuenta cuando sales fuera. En Madrid, por ejemplo, te puedes encontrar con 3.000 o 5.000 personas en las carreteras. Pero es que aquí son 30.000».

Subraya que, en todo este tiempo, lo que más ha mejorado es la seguridad: «No deja de ser un deporte de riesgo. Sin embargo, ahora está todo mucho más controlado. He corrido ralis en los que la gente invadía la carretera y solo se apartaba cuando ya estabas llegando. Casi tocaban el coche. Era increíble».


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