El verano no escapa al vandalismo de la primera línea de playa
Barbanza
Este lugar de ocio en Porto do Son podría mejorarse arreglando el mobiliario urbano y adecuando el terreno desbrozando maleza
29 Jun 2016. Actualizado a las 05:00 h.
De todas las increíbles playas que comprende la amplia línea costera del concello de Porto do Son, Río Sieira es una de las más concurridas cada verano por numerosos visitantes que se desplazan desde Santiago de Compostela y de otros puntos de la comarca. Su atractivo como espacio natural, al que se le suma la combinación de poder disfrutar de una jornada veraniega en el mismo, la han convertido en un recurso natural de aquellos que desean pasar todo un día fuera de casa.
No obstante, ese planteamiento requiere de zonas de ocio y descanso, donde las familias puedan refugiarse en las horas de mayor dureza del sol bajo la sombra de árboles para saciar el hambre. El arenal de Río Sieira no iba a ser menos, ya que cuenta con uno de estos puntos. El problema es que los vándalos se adelantaron a los turistas.
A la llegada a este área de esparcimiento, el primer dato negativo se corresponde con los tramos en los que la vegetación presenta cierta altura elevada, sin llegar a ser molesta o preocupante. No obstante, es necesario reconocer que el lugar se encuentra debidamente recogido y limpio, sin restos de basura o de comida como es habitual en esta clase de enclaves.
Además, otro de los factores positivos se halla en el estado de la mayoría de los merenderos, adecuadamente conservados, sin ninguna rotura o brecha aparentes, tanto en los bancos como en las mesas.
Cal y arena
Sin embargo, otros elementos del mobiliario urbano sí han sufrido las consecuencias de la acción vandálica. El más llamativo de todos ellos es uno de los asadores, del que ha perdido completamente uno de sus laterales, inhabilitando la función de dos de los compartimentos para la colocación de las parrillas.
El siguiente gran problema del merendero de Río Sieira está esparcido por varios lugares en forma de pintura. A base de espray se han deteriorado varios contenedores, en uno de ellos puede leerse una sátira política que versa: «Urna electoral». Por otro lado, la parte trasera de los paneles informativos también ha servido de soporte para pintadas que contienen alias y dibujos.
A mayores, uno de los postes de madera que dibujan una línea delimitadora del perímetro ha sido dañado y falta una cuarta parte. En su lugar, la punta de este indicador está coronada por astillas. Hay que tener en cuenta que este problema no anula el potencial de un paraje que cuenta con una ruta de senderismo bien señalizada, así como de los paseos compuestos por las pasarelas de madera, en este caso, bien cuidadas.
Final y alegremente, un cartel que alude a la protección de la píllara de las dunas sí escapó a la falta de civismo de algunos.