Recipientes isotérmicos que llegan a una treintena de países

Mediante la técnica del rotomoldeo, la compañía boirense Rotogal fabrica recipientes isotérmicos especialmente dirigidos a las industrias alimentaria y farmacéutica, tanto por sus cualidades para la conservación como para cumplir con los estrictos parámetros higiénicos que se exigen en ambos casos. Son contenedores de variedad de tamaños, resistentes y manejables, con lo que se facilita la operatividad tanto si hay que usarlos a bordo de un barco como en una factoría. Su versatilidad en la realización de productos y su capacidad de desarrollo para ajustarse a las necesidades de los clientes han cimentado el éxito de Rotogal, permitiendo que sus cajas hayan dado el salto desde Europa a Asia, África, la península arábiga y América, llegando a una treintena de países.

Con una facturación anual de siete millones y una planta en la que trabajan 63 personas, la compañía exporta el 70 % de su producción. El objetivo, explica su gerente, Jorge Fajardo, es alcanzar el 85 %: «El norteamericano es uno de los mercados en los que centralizamos nuestros esfuerzos».

La capacidad de adaptación de la firma la ha llevado a desarrollar cajas paletizadas específicas para compañías como Campofrío o Lind. Además, Rotogal diseñó una línea de recipientes específicos para la depuración de bivalvos: «Hemos aportado soluciones para la conservación del marisco vivo», explica Fajardo, quien comenta que «nuestro crecimiento procede de la diversificación».

Lugar y año de fundación: Boiro, 2004. Industria alimentaria y farmacéutica son sus clientes.

Países de exportación: Alemania, Croacia, Italia, Corea del Sur, Canadá, Egipto, México.