Durán: memoria histórica
Barbanza
05 Oct 2018. Actualizado a las 05:00 h.
Cuando el odio y la envidia ciegan las actuaciones que, se supone, deberían ser equilibradas desde alguien que maneja la vida pública de un pueblo, alguien cercano a los perjudicados debería poner remedio diciéndoles simplemente al oído: «Háztelo mirar». Pero también hay que entender que poco se puede esperar de una pandilla de barrio que trata a sus conciudadanos como aquellos soldaditos de plástico en color verde que tanto nos entretenían en generaciones anteriores. Qué lástima que tengamos que estar subyugados por el síndrome de algunos impresentables (más Garfios que Peter Pan), porque deben tapar su ineptitud en el cargo que ocupan con decisiones que, por la importancia de las personas a las que va dirigido su ataque, saben de cierto que taparán la retahíla de fracasos de su mandato.
Continúen en su línea por favor, y no se desvíen un milímetro de sus objetivos porque ya alguien, hace años, dijo algo que concierne a todos: «Por sus obras los conoceréis». Esa es la verdadera memoria histórica.
Y no tengan duda de que, sabiendo más por viejos que por lo que ustedes representan, también jugábamos en nuestros tiempos a los soldaditos, y las estrategias nunca fueron privilegio de un solo bando.
Comprendo y me pongo en su lugar. Tiene que ser muy duro para alguien demasiado ególatra ver su nombre formado por pequeñas letritas de madera, tan solo en la puerta de su habitación.
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