Pilar Barros: Los ojos que inmortalizan los tesoros del mar
Barbanza
Ha ganado, junto a Jorge Candán, dos torneos del mundo y cuatro de España de vídeo y foto submarinos
19 Sep 2021. Actualizado a las 05:00 h.
Bajo el agua de mares y océanos se esconden tesoros naturales que para el común de los mortales permanecerían ocultos si no hubiera personas como Pilar Barros (Pontevedra, 1969). Lleva buena parte de su vida descubriendo esas auténticas joyas que constituyen los animales y plantas que habitan los fondos marinos, inmortalizándolas en fotografías y vídeos que en muchas ocasiones se ponen a disposición del público. Esta afición que fue creciendo con el paso de los años le abrió incluso las puertas de la competición y ya acumula cuatro victorias a nivel estatal y dos de ámbito mundial.
Fue un curso de buceo que realizó cuando terminó los estudios universitarios el que despertó en ella una afición que acabaría siendo un puntal en su vida. Reconoce que el interés por el deporte le venía de antes, lo que le llevó a estudiar INEF y a dejarse sorprender por actividades que suponían un estrecho contacto con la naturaleza, como el piragüismo o la escalada. De la mano de un amigo, Juan Cuetos, descubrió el encanto de combinar submarinismo con audiovisual y quedó prendada: «Me pidió ayuda para participar en un concurso de fotografía, me encantó la experiencia y hasta hoy».
Luego conoció a Jorge Candán, que es su pareja dentro y fuera del agua, y la pasión creció: «El mar me llena mucho y estar debajo del agua es muy relajante. Los fondos de Galicia tienen una riqueza de flora y fauna maravillosa, lo que facilitó que me fuera enganchando más y más a esta actividad». Desde hace dos décadas, el matrimonio reside en Barbanza y la ría de Arousa se ha convertido en el escenario perfecto para la práctica de su afición: «Me gusta mucho bucear en la zona de Rúa, en las proximidades de Carragueiros y también en el entorno de las islas Cíes y Ons». De todas las maravillas que desfilan ante sus ojos en cada inmersión, se queda con un animal: «Los pulpos son mis preferidos, son muy versátiles y tienen mucho movimiento. También me gustan los bosques de laminarias, que son algas muy misteriosas».
Grandes momentos
Fuera de Galicia, Pilar Barros vivió una experiencia inolvidable en el mar Rojo: «El agua es muy clara y hay una riqueza de fauna y un colorido impresionantes. Aquí no se te acerca una tortuga, pero allí sí. El primer día que me tiré al agua se me llenaban los ojos de lágrimas por la emoción». También califica de especiales las campañas en las que participó junto a Candán para Oceana, en favor de la protección de los océanos y sus especies. En una recorrieron el Mediterráneo hasta Grecia y en otra peinaron el Cantábrico hasta Francia: «Fueron actividades muy gratificantes por su objetivo, el de conservar la riqueza del fondo del mar».
Algunas de las inmersiones que realiza la pobrense tienen carácter competitivo: «Me gusta el reto que supone buscar y encontrar tesoros en las zonas de competición. Te conviertes en un depredador de imágenes. También me fascina el proceso de ayudar a Jorge a montar una historia con esas imágenes».
Participar en certámenes a nivel nacional e internacional le permite descubrir auténticos paraísos submarinos: «Me impresionó Cabo de Palos (Murcia), donde se creó una reserva que es como un gran acuario. También La Herradura (Granada), de aguas cálidas y mucha riqueza faunística». En este último lugar conquistó hace unos días su cuarto campeonato de España junto a Jorge Candán. Pese a los galardones que atesora, sostiene que los sigue recibiendo con la misma ilusión que el primero: «Cada vez es más difícil ganar, porque hay más participantes y mejor preparados».
Testeo de la ría de Arousa
Las numerosas inmersiones que, desde hace años, realiza en la ría de Arousa han permitido a Pilar Barros ir haciendo un análisis evolutivo de la situación de los fondos marinos: «Lo que veo es que cada vez están más esquilmados, hasta el punto de que es raro encontrar un centollo o un pulpo, cuando antes veías cuatro o cinco en cada bajada. En cambio, cada vez hay más lodo debido a la sobreexplotación». Por eso, se muestra partidaria de crear una reserva antes de que sea demasiado tarde.
Su objetivo no es otro que seguir descubriendo los tesoros que esconde el fondo marino y disfrutando de la que se ha convertido en su gran pasión: «El submarinismo es muy relajante. Debajo del agua sientes una paz tremenda».