Anne Tooming, la acordeonista estonia enamorada de «O miudiño» y de Carnota

La acordeonista Anne Tooming (Tallin, 1975) cambió Tallin por Galicia hace más de veinte años. Lo hizo por amor, tras conocer en su ciudad natal a un marinero. Sin apenas nociones de castellano o gallego, se asentó en su nueva tierra a través de un idioma universal: la música.

Forjada bajo la férrea disciplina soviética, con apenas seis años, pasaba al menos dos horas en el conservatorio. Acudía todos los días de la semana. Allí aprendió piano y siguió los pasos de su madre. «Tengo una formación clásica, vengo de la escuela rusa y de pasar por mucha disciplina y mucho estudio», explica Anne, que encontró en las habaneras, las cantigas y, en definitiva, «en la música tradicional gallega», su razón de ser.

Sin olvidar al piano, desde su llegada añadió el acordeón a su repertorio. También perfeccionó su manejo en Estonia, cuando en casa su padre le animaba a que entonase sus canciones favoritas. Décadas después, este instrumento acompaña las voces del coro de la agrupación coral Chan de Lamas, en Quilmas, Carnota, con la que colabora varias veces por semana. «Cuando toda la gente se pone a cantar es un sentimiento de unidad muy grande, me parece similar a un estadio de fútbol», apunta Tooming, emocionada ante el ímpetu que muestran los miembros de esta agrupación, la mayoría personas mayores ya jubiladas.

Agradable sorpresa

«Me anima mucho ver la ilusión con la que preparan el repertorio. Salen al escenario todos pasados por la peluquería y con su mejores vestimentas», comenta la música tallinesa, que colabora de forma altruista con la asociación. Tras la primera actuación del colectivo en Carnota, se llevó toda una sorpresa cuando los integrantes del coro recolectaron dinero de sus bolsillos para que pudiera costear sus diversos desplazamientos, de 120 kilómetros entre el trayecto de ida y el de vuelta.

Anne trabaja de profesora de piano y canto coral en la asociación cultural Alfaia y del mismo instrumento en la escuela municipal de Oroso. Además, reparte su tiempo en otras colaboraciones, con coros musicales e incluso en la banda de rock and roll Symploké, en la que toca el teclado y ejerce de compositora de sus canciones, escritas en inglés y en gallego.

Su repertorio también incluye versiones y se compone de una amalgama de géneros. «Mezclamos rock, reggae, soul, funk y pop», apunta. Su estreno será el próximo 4 de junio en un concierto benéfico en el municipio de Brión. Rosalía es el título de una de sus primeras canciones: «Encántame Rosalía, pero non a podo usar, só fala da morte a súa poesía, leo e danme ganas de chorar», canta parte de la letra.

Varios premios

Anne compagina la mezcla de géneros de Symploké con la de generaciones en otro grupo musical, Deteriorados, que cuenta con participantes que van desde los 20 a los 70 años de edad.

Compositora coral, afirma que logró varios premios a su trabajo en el certamen de Villancicos de Caixanova, en sus ediciones entre los años 2008 y 2012.

Dos décadas después de su desembarco en Galicia, su canción favorita es la misma. A través de O miudiño, comenzó a aprender gallego. «Es una canción imperecedera y todo un himno», asegura la acordeonista. Su inmersión en las tradiciones de la comunidad llegó a través de los cantos tradiciones. «Reflejan lo que es el carácter de esta tierra, está su sentido del humor, su retranca... todo está en la música popular», apunta la profesora.

Anne Tooming ha echado raíces a través de la música, un talento que cultivó desde bien pequeña en su Estonia natal hasta que, «como en la historia de una habanera», dice, todo cambió cuando conoció en el puerto a un marinero cuando tenía 27 años.