Cabo da Cruz toca el cielo en la bahía de San Sebastián

El combinado femenino de Cabo da Cruz dio otro paso de gigante. Ya van dos esta temporada. Las crucenses lograron el billete para la final de la Bandera de la Concha, después de quedarse en el camino en las clasificatorias de los últimos años. Su participación se suma al ascenso a la Euskotren. Una campaña, en definitiva, inigualable para el equipo entrenado por Javier Lago.

La otra embarcación barbanzana en liza, Rianxo, logró un decimoquinto puesto en su primera participación en aguas donostiarras. Las boirenses no serán la única trainera gallega en la Bandera de la Concha. Sus enemigas íntimas durante toda la Liga Galega de Traiñeiras, Chapela, logró la séptima plaza de la clasificatoria y, no sin expectación y nervios, se adjudicó el último billete a la final.

Salida en sexta posición

Cabo da Cruz partió en sexto lugar y finalizó su participación en tercera posición, por detrás de Tolosaldea y Orio. Arraun Lagunak logró batir la mejor marca y desplazó a las crucenses a la cuarta plaza. Hibaika superó, por apenas un segundo, el tiempo de las boirenses. Quintas: una posición menos. Quedaba mucho todavía, aunque su marca de 11:10.70 invitaba al optimismo. Un segundo más tarde, entró Hondarribia, que se situó en sexto lugar. Cuando las matemáticas lo permitieron, la embarcación barbanzana cambió la tensión por la euforia. Los nervios por la alegría. Las de Javier Lago estaban clasificadas para la Bandera de la Concha.

«Estábamos preparadas para tener resistencia, nuestro largo no es tan explosivo, pero nos salió una muy buena regata», apuntó en la TVG2 la patrona de Cabo da Cruz, Nicole Maroño, que ya solo piensa en «disfrutar y nada más» en los dos próximos fines de semana. La deportista, con un amplio currículo en Ares, Mugardos o Perillo, advierte de que Cabo tiene «un proyecto a largo plazo» que suma bagaje con hitos como su retorno a la Bandera de la Concha. La primera jornada se celebrará este domingo, a las 11.00 horas.