La Voz de Galicia

Tayson pasó de dormir en la cama con su dueño a ser abandonado atado a un árbol

Barbanza

Ana Lorenzo ribeira / la voz
Tayson es un perro jovencito que busca una nueva familia desde que fue abandonado

Buscan familia para este american stanford, «un perro muy feliz que tenía una buena vida y ahora está encerrado en un canil»

16 May 2024. Actualizado a las 20:41 h.

Pasó de tenerlo todo a quedarse sin nada, de ser el ojito derecho de su amo a dejarlo abandonado en el medio de un monte atado a un árbol. Muchas veces se piensa que el maltrato animal se reduce a pegarle palizas a una mascota o a tenerlo encadenado, pero en ocasiones puede que duelan mucho más las heridas que quedan cuando se ha perdido todo. Esa es precisamente la tristeza que reflejan los ojos de Tayson, un american stanford que recogieron en la protectora Moura de A Pobra, «y que lo está pasando realmente mal, tiene muchísima ansiedad. Es de los que más pena me da, porque el pobre demanda atención constantemente, y siempre necesita tener alguien al lado», explica Iria Pérez.

A diferencia de otros compañeros que esperan su oportunidad para formar parte de una familia, Tayson disfrutó desde pequeño de los mimos y del cariño de su amo, hasta que este comenzó a tener problemas en el inmueble en el que vivía y decidió dejarlo tirado. Ahí empezó su calvario, porque «primero apareció un par de veces suelto en un edificio, se logró contactar con el dueño y vino a recogerlo. Luego volvió a abandonarlo, y a la tercera se encontró atado a un árbol en el alto de O Maño. No tenía nada, ni un cacharro para la comida, ni para el agua; no sabíamos el tiempo que llevaba allí, y los vecinos nos dijeron que lo encontraron de casualidad, porque es un camino que da acceso a unas leiras y no es muy frecuentado».

Desde la protectora pobrense se intentó localizar al dueño, pero fue imposible; así que, transcurrido el plazo legal, se tramitó la denuncia por abandono y a partir de ahí se le puso el microchip con los datos de Moura para poder ponerlo en adopción. Pero si ya es complicado conseguir familia para muchos peludos, Tayson lo tiene todavía más difícil al pertenecer al grupo de perros potencialmente peligrosos (PPP), con los que hay que cumplir una serie de requisitos y medidas de seguridad, como que tiene que ser conducido por la única persona autorizada, en la vía pública debe llevar puesto un bozal y tiene que ir atado con una correa que no supere los dos metros de longitud.

 Pasando fatal

Iria Pérez señala que es un perro joven, sano y muy cariñoso, que está acostumbrado a vivir en una casa, y por eso ahora lo está pasando tan mal. «Tenía una familia y, hasta que su dueño decidió abandonarlo, no le daba mala vida en absoluto: lo sacaba muchísimo a pasear, iba al monte, a la playa, dormía con él en cama. Era un perro muy feliz que tenía una familia y ahora está encerrado en un canil, eso le pasa factura y está sufriendo mucho».

La responsable de la protectora pobrense explica que muchos de los perros que recuperan en Moura ya intuyen que han sufrido mucho, ya que muchos estuvieron atados con cadenas o encerrados sin darle alimento. Por este motivo, normalmente cuando llegan al recinto de recogida de animales del polígono de A Tomada se suelen adaptar con rapidez a los nuevos cuidados. «Están súper contentos porque tienen sus paseos, atenciones veterinarias, sus mimos, su comida; se intenta que mientras no tengan una familia estén lo mejor posible. Son felices, porque vienen de pasarlo mal y aún no saben que hay algo todavía mejor que es cuando se van adoptados y tienen una familia de verdad», apunta Iria Pérez.

Sin embargo, la situación de Tayson es la contrario, porque viene de tener una familia «y ahora baja un escalón en lugar de subirlo». Aunque este caso es especial, la responsable de Moura relata que cada vez les llegan más perros y que no hay adopciones: «Estamos desbordados».


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