El buzón de las multas, clave en el juicio por prevaricación contra el exjefe de la Policía Local de Boiro
Boiro
Diez agentes declararon en la primera sesión del pleito en el que se acusa a Manuel Feás de retirar sanciones a amigos y familiares
28 Feb 2024. Actualizado a las 18:00 h.
La sección sexta de la Audiencia Provincial fue escenario del inicio de la última causa abierta entre el Concello de Boiro y Manuel Feás, exjefe de la Policía Local, al que se acusa de prevaricación por la supuesta retirada de diez sanciones de tráfico a amigos y familiares. En la primera sesión del juicio se sucedieron las declaraciones de testigos de la acusación particular. En total, una decena de agentes —siete de la Policía Local y tres de la Guardia Civil— dieron su testimonio acerca de lo ocurrido. Buena parte de la vista se centró en la existencia de un buzón de multas al que, presuntamente, solo tenía acceso Manuel Feás.
Tres de los agentes municipales confirmaron en su declaración lo que se reflejaba en el informe que detonó el procedimiento. Aseguraron que su exjefe era el único que tenía acceso a ese buzón y que las multas siempre pasaban por él antes de llegar a manos del funcionario que finalmente las gestionaba para ser enviadas a los infractores.
La acusación y esos agentes reseñaron que las diez multas no se tramitaron debido a que se dirigían a conocidos del acusado, así como a familiares entre los que estaban su mujer y su hijo. En cuanto a los guardias civiles que prestaron declaración, adscritos a la Policía Judicial, confirmaron el contenido de las diligencias practicadas y que al buzón en el que se depositaban las multas tan solo se podía acceder utilizando la llave que normalmente estaba en poder del exjefe de los municipales.
Los otros cuatro agentes de la Policía Local mantuvieron un perfil más comedido que sus compañeros, llegando alguno a retractarse en su versión acerca del informe en el que aparecen las presuntas irregularidades. Varios de ellos aseguraron, además, que el que era entonces su jefe «nunca pidió que se retirase una multa» y que era «muy meticuloso» en su trabajo.
El letrado del Concello de Boiro, que ejerce como acusación particular, destacó que el exjefe de los municipales confeccionaba un listado de multas antes de enviárselas al funcionario que las instruía y que en esa relación se podía apreciar como faltaban los códigos de las sanciones que no se llegaron a tramitar.
Sin prueba de cargo
La defensa de Feás mantuvo en todo momento que las sanciones no habían llegado a los supuestos infractores utilizando «criterios profesionales». Alegaron que en aquella época no se cursaba ninguna denuncia que no fuese acompañada con una imagen en la que «claramente se apreciase la infracción».
Explicaron que había errores en las fotografías adjuntas a las diez multas objeto de litigio. Según Feás, la imposibilidad de reconocer la matrícula o la no presencia de indicaciones que prohibiesen aparcar en el lugar motivaron que las sanciones no fuesen adelante. En cuanto al acceso al cajón, la defensa explicó que algunos de los expedientes presentan una fecha en la que el encausado estaba de vacaciones, período en el que cedía la llave.
En este procedimiento la Fiscalía no ejerció ninguna acusación al no haber considerado indicios delictivos en los hechos.
Vista del jueves
La defensa cita a los supuestos beneficiados
En la sesión del jueves, que comenzará a las 9.30 horas en la sede compostelana de la Audiencia Provincial, prestarán declaración los testigos citados por la defensa de Manuel Feás. Acudirán al juzgado los presuntos beneficiados por la retirada de las multas. Además, también está convocado el funcionario del Concello de Boiro que era el encargado de gestionar el envío de las sanciones una vez pasasen por el filtro del jefe de la Policía Local.