El Noia Portus Apostoli hace historia y tumba al campeón de Europa (3-4)

Histórico. No hay otra palabra para describir el triunfo del Noia Portus Apostoli ayer ante el Barça (3-4), vigente campeón de liga y de Europa, que vio como lo que se antojaba como una visita al dentista para los noieses acabó convirtiéndose en motivo de desesperación para los de la Ciudad Condal.

Sin tiempo para acomodarse en el asiento y haciendo tangibles todos los presagios acerca de su regreso a los parqués después de tres meses en el dique seco, el brasileño Ferrao demostraba porqué es uno de los mejores jugadores del planeta con un tanto en el primer minuto. La pantera de Chapecó batió a Henrique con un disparo raso en el que nada pudo hacer el arquero carioca. Pero el Portus Apostoli no estaba en el Palau de visita.

En el minuto 2 los de Marlon Velasco daban la réplica gracias a un gol de bella factura de Alisson Neves, que se giró imponiendo su físico para fusilar con la zurda a Miquel Feixas. En un inicio trepidante, las ocasiones se sucedieron para ambos conjuntos, en un tramo en el que los noieses miraban sin arrugarse hacia la portería del campeón.

Con esto, Bruno Gomes hizo valer su figura de máximo artillero de los gallegos para en el minuto 17 mandar a las mallas un balón proyectado desde las manos de Henrique, el cual remató de primeras anotando uno de los goles de la jornada.

El asedio

Con el Noia por encima en el luminoso se llegó al descanso, pero el partido tras la vuelta de vestuarios no fue el mismo. Un Barça desatado comenzó a percutir la meta de los visitantes, que vieron como Pito aprovechaba un error en la salida de Pirata para poner la igualada.

Con los catalanes volcados en facetas ofensivas, Power supo aprovechar el cobro de un tiro libre para volver a poner por delante a los suyos, con un tanto que desató todo el potencial atacante del Barça. Centrados en defensa el Noia aprovechó el saque de un córner para poner distancia en el luminoso por mediación de Douglas que estuvo más listo que nadie para mandar a guardar un balón muerto.

Con este resultado la figura de Henrique se hizo aún más grande, sosteniendo al Portus Apostoli ante los innumerables disparos que le proponían sus rivales. Pese a todo los locales murieron en la orilla de una remontada épica. Un gol en el último minuto de Adolfo desató la euforia en el Palau, pero no fue suficiente para evitar la histórica victoria del Noia en el feudo de todo un Barça.