La Voz de Galicia

Los coletazos de Herminia: dos centros sin clase y un cruceiro de 146 años destrozado

Noia

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El rastro de Herminia en Barbanza

El temporal causó destrozos en el IES de A Pobra y en el campo de Cadreche

28 Jan 2025. Actualizado a las 05:00 h.

Más que desastroso fue el paso de Herminia por Barbanza, porque a los numerosos incidentes del domingo, que tuvieron su víctima más grave en la piscina de Noia, se sumaron ayer nuevos destrozos. Uno de los más importantes fue el derribo del uno de los cruceiros más singulares de la comarca y de toda Galicia, el de Eiroa. Se trata de una pieza que reproduce un desenclavo en la parte superior, formado por media docena de pequeñas esculturas de piedra. Está situado en la parroquia de Barro, en Noia, y data del año 1879. El viento tiró el pilar por completo, que quedó sobre el suelo en numerosos fragmentos y un montón de arenilla.

El suceso tuvo lugar la noche del domingo y, nada más tener conocimiento del mismo, la Concellería de Cultura, que dirige José Pérez, contactó con la arqueóloga municipal, Ana Filgueira Rey, con el fin de que diera instrucciones sobre los pasos a seguir. Una empresa especializada retiró las piezas y las guardó en un lugar seguro. Desde el Concello informaron de que se hará todo lo posible para restaurar la obra artística, que hace 24 años ya sufrió un episodio similar cuando un automóvil se la llevó por delante.

 

Educación

Dos centros educativos de A Pobra se vieron obligados a suspender las clases este lunes debido a los efectos de la borrasca Herminia. Uno de ellos fue el instituto, donde unas planchas de pladur cayeron sobre un pasillo y había riesgo de nuevos desprendimientos. El otro fue el colegio Pilar Maestú Sierra. En este caso, las rachas de viento arrancaron unas chapas de las gradas del campo de fútbol de Cadreche que se encuentra al lado las que se desprendieron y acabaron tiradas en el aparcamiento.

El personal del instituto pobrense encontró los desperfectos a primera hora de la mañana y la mayoría de los estudiantes ya se habían desplazado al recinto cuando se alertó de la suspensión de las clases, que se retomarán hoy. El director, Alejandro Bobillo, explicó que la medida respondió al peligro que suponía el paso alternativo que tienen los alumnos: «La zona afectada es la que da acceso al aulario 2 de las instalaciones y la otra opción es pasar por debajo de los andamios que están instalados debido a las obras que se están ejecutando».

Los estudiantes del Pilar Maestú estaban ya en las aulas cuando ocurrió el suceso que obligó a movilizar a los bomberos del parque ribeirense. Las chapas cayeron sobre una zona en la que estaban aparcados los coches del personal del colegio, pero es un lugar de paso para acceder al interior del edificio. Desde el centro contactaron con las familias para que acudieran a recoger a los niños.

Además, bomberos de Ribeira y Policía Local de A Pobra tuvieron que intervenir en un operativo para retirar varias planchas que se desprendieron de la nave del Club de Remo Puebla en la fachada marítima, que ardió por completo el pasado 5 de enero. El viento soltó los restos de la cubierta que habían quedado en la parte superior, y que acabaron desperdigados por el suelo.

Herminia también se dejó sentir con fuerza en Carnota, donde anegó y llenó de piedras la carretera que sube desde el municipio hasta Paxareiras. Hasta cuatro cables salieron volando en Lira y en la AC-550, a la altura de Pedrafigueira, hubo que sujetar varios contenedores que habían quedado sueltos después de que el sábado un coche impactase con ellos.

Outes tampoco se libró del azote de Herminia, y hasta seis horas estuvieron sin luz los vecinos de O Freixo, San Cosme y Roo. También allí hubo numerosas incidencias con árboles y cables caídos, al igual que en Rianxo, Muros o Ribeira; mientras que en Mazaricos unos 500 vecinos estuvieron sin suministro eléctrico varias horas.

La intensidad del viento fue lo más destacado del paso de Herminia por Barbanza. La estación de MeteoGalicia instalada en el pico Muralla registró una racha máxima de 125,7 kilómetros por hora, una de las más altas de la comunidad. Asimismo, fue importante la cantidad de lluvia recogida, alcanzando los 126,5 litros por metro cuadrado en 24 horas en este punto.

El Concello de Noia tramitó la declaración de emergencia para la piscina municipal

El respiro que el temporal dio ayer por la mañana a la comarca sirvió para comenzar las tareas de evaluación y retirada de los elementos que volaron de la cubierta de la piscina municipal de Noia. Según explicó el alcalde, Santiago Freire, se procedió a sacar las planchas que se habían desprendido, así como los paneles solares que estaban sobre el tejado, y así evitar que pudiesen salir volando y alcanzar a alguna persona o vehículo.

Además de dar parte a la compañía en la que está asegurado este inmueble municipal, el regidor anunció que se está tramitando la declaración de emergencia por parte del Concello, «porque o obxectivo é repoñer e restablecer o servizo coa máxima celeridade. Agora os técnicos van a valorar cal sería o opción mellor para reforzar a cuberta e que tipo de material sería o idóneo».

Santiago Freire reconoció que su intención es que la piscina municipal pueda volver a reabrir sus puertas en el plazo de un mes, pero entiende que no depende solo de ellos, «porque hai que ter en conta se a situación meteorolóxica acompaña, e a subministración dos materiais». En todo caso, recordó que desde el Concello se le dará máxima celeridad a esta actuación, y que se dejarán de cobrar las cuotas a los abonados mientras no se restablezca por completo este servicio municipal.


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