Una década de hermandad en San Roquiño
Porto do Son
Comida de confraternidad por el San Roquiño en O Trapeiro
El párroco José Ortoño volvió a reunir a amigos y compañeros alrededor de la misma mesa
04 Oct 2024. Actualizado a las 20:52 h.
Da igual que llueva e truene y lo que diga el calendario, la temporada de las fiestas de verano no finaliza en la comarca hasta que acaba la última verbena del San Roquiño de Tállara. Las de Lousame son unas fiestas llenas de tradiciones, desde las procesiones hasta la competición entre los organizadores por traer las mejores orquestas o los menús a base de cordero, y ni el mal tiempo de los últimos días ha impedido que se lleven a cabo. También desafiaron a las adversas condiciones meteorológicas los asistentes a la no menos tradicional comida de confraternidad que, desde hace alrededor de una década, convoca el sacerdote José Ortoño.
Ni él mismo lleva la cuenta de las veces que ha reunido en torno a la misma mesa a amigos, compañeros y colaboradores de la parroquia, que se cuentan por decenas. De hecho, el número de asistentes no ha dejado de incrementarse con el paso de los años y ayer eran unas sesenta personas las que acudieron a la comida de confraternidad organizada por el cura en el restaurante O Trapeiro para despedir por todo lo alto las fiestas de San Roquiño.
Entre los asistentes a la cita en Lousame no faltaron algunos rostros habituales, como los alcaldes de Noia y Porto do Son, Santiago Freire y Luis Oujo, el capitán de la Guardia Civil Jorge Rodríguez, los párrocos de Ribeira, Porto do Son y Baroña o Juan Ruiz, almirante jefe de la Casa del Rey. Tampoco faltó el comandante del EVA-10, Javier Marcos, y concejales, empresarios, responsables de entidades sociales y representantes de las fuerzas del orden completaron la nómina de invitados al encuentro de hermandad promovido por Ortoño.
El sacerdote, por su parte, lamentó que el mal tiempo condicionase las fiestas de San Roquiño hasta el punto de que hubo que acortar las procesiones, y esperaba que la lluvia diese una tregua en la última jornada.
Broche final
Después de cinco días de celebración, el San Roquiño de Tállara llega hoy a su fin con la jornada dedicada a Nosa Señora de Fátima y con el deseo de poder poner el broche a las fiestas por todo lo alto. A las 13.00 horas será la misa, y a continuación, si el tiempo lo permite, saldrá la última procesión de este año.
Sonarán de nuevo las gaitas de O Son do Pobre, mientras que el grupo JB Son se encargará de amenizar la sesión vermú. Ya por la noche volverá a subirse al escenario para compartir verbena con Fuego de Galicia.