Tres generaciones repartiendo millones entre los ribeirenses
Ribeira
Fundada en el 1973 por Rosita Martínez, hoy son su hijo y su nieto, ambos llamados Joaquín, los que mantienen vivo el negocio
24 Feb 2021. Actualizado a las 05:00 h.
Dicen que la suerte hay que buscarla, pero en Ribeira la primera en repartirla fue Rosita Martínez. Ella comenzó a hacerlo en 1973. A contracorriente. «Mi marido se quedó sin trabajo y había que cuidar a cuatro hijos», explica con voz tranquila y una sonrisa sincera que se esconde detrás de la mascarilla. No había excusas, solo buscar como tirar para adelante. Donde hoy se ubica la Administración Número 1 habían fundado en los 60 un ultramarinos que, con el transcurso de los años, acabó dando paso al azar y la fortuna. Hoy es su hijo Joaquín el que lleva las riendas de esta tradición familiar que solo en el 2020 repartió alrededor de cuatro millones y medio de euros. Mientras que el nieto de Rosita, también Joaquín, garantiza el futuro de un negocio que es toda una paradoja: gana cuando el dinero se lo llevan otros.
Todo empezó con una conversación de Rosita en la casa de su madre: «Estaba un trabajador de la Embajada y mientras hablábamos me preguntó si había alguna administración en Ribeira. Le dije que no y fue cuando nos la ofreció. Me preguntó si me interesaba. ¡Pues claro! Primero la montamos en la parte de atrás de la casa, pero después la colocamos en la entrada».
Lo entregado
Aunque ya jubilada, todavía recuerda todos los premios que ha entregado a lo largo de su vida: «Es una alegría y una satisfacción tremenda. Te gusta mucho ver la cara de felicidad de la gente, de tus vecinos». «Todo fue por ventanilla. Hizo falta mucho trabajo», explica Rosita, que acompañada de su hijo Joaquín recuerdan la época del Prestige, que «
foi un furor porque a xente de toda España compraba a lotería nas administracións das localidades afectadas e venderase moitísimo. Incluso tiveramos que enviar a outros locais da comarca»
, afirma él, que comenzó a ayudar a sus padres con 18 años y ha vivido en primera persona ese cambio del negocio a administración de lotería a tiempo completo.
Al igual que su madre, recuerda vivamente los grandes premios repartidos. El primero, en agosto del 1980, cuando el 03342 les dio su primer gordo de la lotería. Ese mismo mes dieron otro, el 27130. Pero también están otros primeros en 2002 y 2017, así como una primitiva de seis aciertos que le otorgó a su propietario una suma de 2.688.000 euros. Un pequeño pellizco. Y la suerte, que a veces es tan esquiva, también los acompañó en el año del covid.
El 2020 será recordado en Ribeira y en la administración número 1 porque la Lotería Nacional dejó unos cuatro millones repartidos entre más de medio centenar de familias. También hay que sumarle una quiniela de 15 aciertos y de dos columnas idénticas. Todo un rara avis. «Foi un bo ano. Non podemos queixarnos», explica el mayor de los Valeiras. Su hijo Joaquín también ha seguido sus pasos. A los 18 años ya echaba una mano en la administración y, o lo aprendió en ella o quizás ya lo llevaba en la sangre, pero como su abuela y su padre, tiene el don de vender. «Vamos creciendo año a año y eso es bueno», explica con una sonrisa.
Casi 50 años de historia dan para mucho, pero no en los gustos de los ribeirenses: la lotería nacional, la quiniela, la primitiva y la lotería de Navidad nunca fallan. Lo tradicional nunca pasa de moda. Y tampoco lo hace la administración número 1 de Ribeira, que suma tres generaciones repartiendo millones entre sus vecinos. Y las que hagan falta.