O Grove tiende un puente hacia Ribeira

Desde que pasó a ser de titularidad pública, hace más de dos décadas, la isla de Sálvora -situada en el litoral de Ribeira e integrada en el Parque Nacional das Illas Atlánticas-, fue poco a poco ganando peso como atractivo turístico. La señalización de rutas y los trabajos realizados para recuperar la fábrica de salazón convertida en pazo y las ruinas de la vieja aldea contribuyeron a ensalzar un paraje caracterizado por su gran atractivo natural, pues es un islote que se mantiene casi virgen, e histórico, ya que fue escenario del llamado Titanic gallego, el naufragio del Santa Isabel. Precisamente la película inspirada en este suceso ocurrido en 1921, en el que perdieron la vida más de 200 personas, encumbró recientemente a Sálvora a lo más alto de la lista de joyas turísticas no solo de Barbanza, sino de toda Galicia.

Pese al interés que despierta esta paradisíaca isla, faltaba en Ribeira un servicio de catamaranes que ofreciera visitas regulares, si bien es cierto que existía la posibilidad de contratar, a través de diversas empresas, rutas para grupos en pequeñas embarcaciones. Dicha carencia ha sido saldada con la cesión, por parte de Portos de Galicia, de un pantalán para uso turístico en el muelle de la ciudad. Desde allí partirá cada sábado de junio un navío con destino a Sálvora, mientras que en julio y agosto, también será posible realizar esta excursión los miércoles.

La firma ribeirense Golfiño se encarga de suministrar los guías, que son imprescindibles para recorrer esta isla, mientras que la naviera de O Grove Cruceros do Ulla pone el catamarán. Una vez en Sálvora, los visitantes tendrán la ocasión de recorrer la vieja aldea, cuyas casas todavía conservan algunos elementos de la época en la que estuvieron habitadas, y también podrán desplazarse hasta el faro. La excursión se completa con la posibilidad de darse un chapuzón en la playa de aguas cristalinas que se encuentra al lado del pazo.

El responsable de Golfiño, Mario Vidal, explica que ofrecer estos viajes regulares era una de las asignaturas pendientes de Ribeira, debido al gran atractivo que encierra Sálvora y que hasta ahora era explotado por navieras radicadas en el sur de la ría. Destaca que el punto fuerte de esta isla es su estado semisalvaje: «É a gran descoñecida, tanto pola cantidade de tempo que estivo en mans privadas como polas restricións que segue habendo agora mesmo, pois só se permite o acceso de 250 persoas cada día».

Desde Ribeira, los catamaranes de Cruceros do Ulla también pondrán este verano rumbo a Ons y proa hacia las bateas de Arousa: «Alí explicaremos o proceso de cultivo do mexillón e doutras especies, como a vieira e a ostra», comenta Vidal. La salida se completará con una degustación a bordo.

La idea es ir incrementando su oferta náutica a medida que avance el verano, en función de la demanda que se registre. Remontar el Ulla para rememorar el traslado de los restos del Apóstol, rutas con comida a bordo o visitas nocturnas a Sálvora, son algunas de las opciones sobre la mesa. Incluso podría prolongarse el servicio más allá del verano.

La implantación en Ribeira de un pantalán de uso turístico abre la posibilidad para otras empresas del sector. De hecho, hay una segunda firma, Bahíasub, que empezará en julio a realizar salidas. En su caso, el único destino que ha anunciado es la isla de Ons.