David Mosquera, el gurú tecnológico barbanzano que acumula millones de visitas

Muchos vecinos de Ribeira lo conocerán como David, el de la tienda Holamobi de la rúa Rosalía de Castro. Pero, en internet, son miles los que lo identifican como David, el del canal de youtube «Android para todos». Su portal en la plataforma líder de contenido multimedia cuenta ya con 33.000 suscriptores repartidos por todo el mundo. Como tantas otras cosas en la vida, la carrera virtual de David Mosquera empezó casi sin querer.

Hace muchos años que regentaba una tienda de móviles y demás aparatos electrónicos en Ribeira. Muy frecuentemente, se le acercaban clientes —especialmente gente mayor— para plantearle dudas acerca del funcionamiento de sus smartphones. Hasta que un día se le encendió la bombilla. Comenzó a colgar vídeos enseñando a usar estos dispositivos, descubriendo a sus seguidores la amplia gama de funciones y prestaciones que tienen los teléfonos modernos.

«Lo que quería era ayudar a la gente resolviendo sus preguntas. Son cuestiones que para la gente joven puede ser obvia, pero hay gente mayor a la que le cuesta mucho dominar estos aparatos», explica Mosquera. En internet, como en los campos del señor hay un poco de todo. Pero, en general, la gente es buena. «Casi todos se muestran muy agradecidos. Aunque no nos vamos a engañar, también hay personas bordes que se piensan que todo lo que explico es obvio. Pero no para todo el mundo lo es», cuenta.

Hace varios géneros de vídeos —resolviendo dudas, hablando de nuevos productos, enseñando trucos...—. Sus favoritos son las reviews. Es decir, críticas en vídeo donde evalúa las características de un modelo concreto de móvil. Al principio trabajaba con los que le llegaban a su tienda, pero la notoriedad que ha alcanzado en la red ha hecho que algunas marcas hayan comenzado a mandarle sus productos para hacer las piezas. Un gurú tecnológico de raíces barbanzanas.

Levantarse temprano

En contra de la creencia de muchos, el de creador de contenidos en internet es un trabajo ímprobo. Y más cuando, además, tienes que atender tu negocio de toda la vida. David se levanta antes que nadie en su casa para grabar y editar los vídeos antes de irse a la tienda. Son horas y horas. Pero ya ha cogido carrerilla. No hay quien le pare.

«Desde que se me ocurre la idea hasta que ya tengo el vídeo terminado pueden pasar 4 o 5 días. Cada pieza son casi 40 horas de trabajo», explica David. Por eso, intentan no saturar. Con subir un vídeo cada dos o tres semanas está satisfecho. La clave no está en la cantidad, sino en la calidad y la constancia. Lo fundamental para él es sentirse útil para la gente que le sigue. «Creo que hay personas a las que les gustaría comprar estos aparatos, pero que no lo hacen por miedo a no saber usarlos luego», reflexiona.

Quien no lo conozca podría pensar por este texto que David es una persona que vive pegada a una pantalla. Nada más lejos de la realidad. De hecho, cuenta entre risas que su hija fue una de las últimas de su clase en tener móvil. «En casa del herrero, cuchillo de palo», bromea. Su pequeño gran placer es cuidar de su finca. Siempre que necesita desconectar, saca el cortacésped y se entrega a la relajada espiritualidad de las labores de jardinería. «Muchos días estoy horas sin siquiera acordarme del móvil y soy feliz», admite.

Porque, a pesar de su pasión por las tecnologías, David es muy consciente de sus peligros. Especialmente para los niños. «En mis vídeos hago muchos llamamientos a usar el móvil con moderación. Yo he visto cosas dramáticas. Niños de apenas diez años totalmente abducidos por los aparatos electrónicos. Entiendo que los móviles dan mucha libertad, pero hay muy poco control. Los padres tenemos que estar más atentos».

Todavía se acuerda de su primer teléfono inteligente. Fue un Samsung Galaxy Ace: «tenía 8 gigas de memoria interna, Por aquel entonces parecía algo imposible. Ahora parece una broma», rememora. El mundo es una cosa que se mueve muy rápido —para algunos, demasiado—, pero David ha sabido siempre moverse con él.