Un bar en la playa de O Vilar de Ribeira no encuentra quien lo gestione: «Podes vivir todo o ano traballando só tres meses»

Hay trenes que solo pasan una vez en la vida, oportunidades que se marchan lejos delante de los ojos de aquellos que no supieron lanzarse en su momento. Es difícil tomar la decisión de echar a volar dejándolo todo atrás, aventurándose en un negocio que no se sabe cómo saldrá, pero sí que hay algunas claves que pueden ayudar a vaticinar un posible resultado.

Una de ellas es valorar el desembolso que se tendría que hacer para llevar a cabo la hazaña, ya que no todo el mundo tiene la capacidad de costear los gastos de comprar un terreno y construir un edificio con las características adecuadas para su emprendimiento. Es mucho más fácil y económico cuando el trabajo ya viene hecho, como es el caso del bar de la playa de O Vilar, en Ribeira, que, desde el pasado mes de septiembre, busca valientes que quieran volver a ponerlo en marcha.

Allí, la barra y las paredes de piedra aún parecen reproducir el murmullo de los platos y las tazas mientras Ana González, presidenta de la comunidad de montes de Carreira, entidad propietaria del local, recuerda los 30 años durante los que sabrosas raciones no paraban de salir de la cocina, en la que siempre había alguna olla al fuego: «Daquela collérao unha familia da parroquia e fóralle xenial, fora unha mina de cartos».

Espacio incomparable

Piensa que la clave para que fuera tan bien es la cantidad de gente que atrae el arenal ribeirense, uno de los grandes atractivos del parque natural de Corrubedo: «É un local único, construíuse antes de que fose un espazo protexido. É especial porque nunca máis van permitir facer algo así aquí dentro».

Esto supone una gran ventaja para los futuros gerentes del bar-restaurante de O Vilar, que dispondrían de un espacio único rodeado de vegetación y con unas envidiables vistas al mar, en uno de los atractivos turísticos más demandados de la zona. La barbanzana, que fue contratada allí durante un tiempo, recuerda jornadas veraniegas en las que la caja podía ascender a cifras muy jugosas, sobre todo en temporada alta: «Podes vivir todo o ano traballando tres meses»

Aparte de estar bien situado, el establecimiento cuenta con unas amplias instalaciones de 200 metros cuadrados que incluyen una espaciosa terraza cubierta con un tejado de madera que suele encantar a los visitantes en verano. «Da un sol moi agradable e ten capacidade para moitas mesas», añade González.

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Quien algo quiere algo le cuesta, por eso es importante destacar que aquellos que deseen alquilar esta propiedad tendrán que rascarse el bolsillo para comprar la maquinaria y los utensilios necesarios para ponerla en marcha: «Os donos anteriores levárono todo, como é normal». Más que enfocar esto como algo negativo, la ribeirense lo ve como una manera de renovar las instalaciones y darle un aire fresco al bar sin necesidad de hacer obras. La presidenta de la comunidad de montes afirma que están dispuestos a alquilarlo a alguien que quiera disfrutar de él durante mucho tiempo y que priorizan a personas de la comarca que se encarguen personalmente del negocio: «Queremos que sexa unha forma de traer prosperidade á zona». Los interesados pueden poner en contacto con la entidad gestora a través del teléfono  722549374 o del correo electrónico: comunidademontescarreira@gmail.com.