Aires de otoño
Ribeira
11 Oct 2024. Actualizado a las 05:00 h.
Las corporaciones entran en su segundo cuarto de legislatura, camino ya del ecuador. Gobiernos y oposiciones, asentados en sus respectivos papeles, juegan sus cartas. Por ahora hubo cierta tranquilidad. La que suele marcar el arranque de cada singladura, pero asistimos a las primeras escaramuzas.
En Ribeira, después de la vendetta vino la calma. El nuevo regidor, Luís Pérez, va asentándose y a pesar del runxe-runxe inducido por el PSOE, por cuestiones colaterales, que de nada le valieron, parece que tiene el camino expedito.
En Porto do Son el capitán Luis Oujo navega con viento en popa y a toda vela. Como el bergantín pirata, no corta el mar sino vuela. Hombre de pocos aspavientos y consensos, de cambios positivos y logros, no tiene ninguna nube que amenace —ni de lejos— su camino.
Por Noia saltó la liebre. Hasta el momento por razones desconocidas, más allá de ciertas interpretaciones. A Santiago Freire se le hará largo el mandato. De momento tiene que lidiar con el revés de los presupuestos y sus implicaciones a la hora de cumplir compromisos. Además de su débil posición en el pleno.
La situación en A Pobra parece tranquila, que va asentándose sin mucho sobresalto para el regidor José Carlos Vidal. Mientras, en Boiro, aún sin mayores problemas, parece más difícil de gestionar un grupo de gobierno con amplia mayoría que el anterior, en minoría.
Cerramos en Rianxo, donde a pesar de las extrañas amenazas del grupo municipal socialista, Julián Bustelo parece que le ha cogido bien la medida al sillón y al bastón. Su nivel de convencimiento y popularidad ha mejorado desde su nombramiento.