Tras la pista de un naufragio
Carballo
Género | La historia de William Dovell El autor rememora tras una investigación el hundimiento en 1850 del barco del capitán Dovell frente a Laxe en el que perdió a su familia y su tripulación
10 Jun 2003. Actualizado a las 07:00 h.
Eran las ocho y media de la noche del 19 de diciembre de 1850 cuando se hundía en Laxe el bricbarba de tres palos Adelaide, matrícula de Bristol, y capitaneado por William Dovell. Libros anteriores situaban los hechos en 1830 al malinterpretar la borrosa fecha grabada en la tumba de Frances Dovell, la esposa del capitán, enterrada en Laxe, en una de las muy escasas tumbas de los centenares de naúfragos de la Costa da Morte (topónimo que aún no existía en 1850) durante el siglo XIX. En el naufragio del Adelaide también perdieron la vida el único hijo del matrimonio, el niño de 12 años William Henry Quartly Dovell, un pasajero y trece tripulantes. Pero cuatro días antes, el 15 de diciembre, dos marineros más habían perecido arrebatados por las olas mientras intentaban reparar el timón del velero inglés, dañado por el temporal que lo persiguió durante varios días. De las diecinueve personas que habían zarpado de Bristol días antes con destino a las Antillas, tras recalar en Cardiff, a recoger el cargamento de antracita inglesa, sólo sobrevivió -y milagrosamente- el capitán. Así lo esculpió en la placa de mármol de la iglesia de Saint Mary, Molland (Devon), que a su regreso el infortunado marido dedicó a la tragedia en el pueblo de su mujer. Los dos protagonistas El capitán William Dovell era uno entre ocho hermanos nacidos en el pueblecito de Parracombe, Devon, al Oeste de Inglaterra. Había venido al mundo el 30 de octubre de 1806, en una Inglaterra que aún celebraba la victoria de Trafalgar de un año antes (21 de octubre de 1805). Su esposa, Frances Quartly, había nacido en 1803, en Molland, un pueblo vecino. Las madres de William y Frances se apellidaban Blackmore y eran primas hermanas, además de compartir el mismo nombre de pila, Elizabeth. Curiosamente Ann, la tercera hermana, se casó con otro Blackmore, Richard, un clérigo anglicano. En el otro extremo de la estela del Adelaide, en Galicia, Juan Pondal, tío del poeta Eduardo Pondal, figura entre los hacendados locales que adquirieron en la subasta pública restos del barco. El poeta tenía 15 años cuando se produjo el naufragio. Recuerdo en Inglaterra La placa erigida en Saint Mary, Molland, por el capitán incluye un emocionante releive en mármol con el barco en trance de zozobrar frente a una costa escarpada. debe de ser una de las poquísimas, si no la única recreación escultórica de la Costa da Morte existentes en Inglaterra. De entre los detalles rescatados del olvido por mi investigación hay uno que acentúa la desolación de esta tragedia: Ni la esposa de Dovell, ni el niño solían navegar en el Adelaide en sus travesías del Atlántico. Pero el chico, alumno de la Bristol Grammar School, tenía mala salud, seguramente problemas de pulmón, y era corriente en la época recomendar la talasoterapia, los viajes por mar, para muchas enfermedades. Su madre había accedido a acompañar al niño, pero el día anterior a la partida, durante una visita para despedirse de unos vecinos de Bristol, donde residían, expresó sus peores presagios de no regresar de aquel viaje.