Tiempo de amigos y de calabazas
Carballo
23 Sep 2007. Actualizado a las 02:00 h.
Siempre es un buen momento para encontrarse con los amigos, pero si la ocasión es buena la reunión siempre resulta más animada. En Trasufre, en Muxía, se celebró una de las romerías más tradicionales de la Costa da Morte (con permiso de las otras), la Santiña do Espiño, y allí se fueron varios curas de la zona, que se acabaron reuniendo en la sacristía de la ermita. Allí se encontraron nada menos que el arcipreste de Nemancos, Manuel Romero Paz, y el vicario territorial de Santiago, José Antonio Seoane Ares . Además estaban en la fiesta el párroco de Muxía, Manuel Liñeiro Lema ; el de Pereiriña, Adelino Tuñas Vidal , y el de Buxantes, José Lado Río , además de Lorenzo Castiñeira Canosa . El encuentro fue de lo más animado y seguro que están esperando una nueva ocasión para encontrarse todos ellos y renovar su amistad.
La Real Liga Naval Española es una entidad privada, independiente, apolítica, no adscrita a ninguna organización y sin ánimo de lucro, cuyos objetivos principales (hay unos cuantos) son la la defensa y promoción de los intereses marítimos del país, que también incluye cuestiones como la cuidado del medio ambiente o la seguridad, entre otras.
En tan nobles fines viene empeñándose desde hace años José Manuel Pato González , que reside en Laxe, uno de los motivos por los que hasta ahora era delegado de la entidad en la Costa da Morte. Ahora, y vistas las cualidades y el trabajo de José Manuel Pato en esta labor, el gerente de la Real Liga Naval Española, Jesús Peiro Arta l, ha decidido nombrarlo responsable de la entidad en Galicia, por lo que le han aumentado considerablemente el territorio, lo que le dará más trabajo, una cuestión que no asusta a este laxense de adopción.
A Cartel, una aldea de Moraime, en Muxía, cualquier día llegará la Cenicienta, confundida por las enormes calabazas que salen de la finca de José Ramón Silgueira Grille , un marinero jubilado que parece dedicar toda su atención a la huerta, a tenor del cariño con el que le responden sus calabazas, que crecen sin cesar. Este aprecio no pone celosa a su mujer Humberta Cantorna Santiago , porque, al fin y al cabo, sabe perfectamente que a su marido le han dado calabazas, y de las gordas. Por cierto, visto como está el panorama agrario en la Costa da Morte, donde ahora lo enorme es la norma (como con los centenarios, antes diez y ahora treinta) habrá que poner normas en las plantas para decidir con garantías sobre la gigantez.
Hablando de gigantes, y no de Nueva York, ya sabemos todos que en Baio hay uno. Si no llegan las líneas anteriores para repetir sus méritos, imagínense las que quedan. Al grano: Jorge Mira Pérez ganó ayer la carrera popular de Corcubión en categoría de veteranos. ¿Dónde cuelga las medallas, joven?