Una película para salvar la educación
Carballo
El director de «Una verdad inconveniente» aborda los problemas de las escuelas ?de EE.UU. y aboga por la concesión de ayudas según los resultados de los colegios
11 Sep 2010. Actualizado a las 02:00 h.
¿Puede una película arreglar el sistema educativo de un país? La respuesta a esta pregunta podría encontrarse en el último documental creado por el director David Guggenheim, quien tras revolucionar al mundo con su filme Una verdad inconveniente pretende ahora poner patas arriba a las escuelas estadounidenses con su nueva creación, Esperando a Superman . La película, que en EE.??UU. se estrenará el 24 de este mes, se centra precisamente en la grave crisis educativa que desde hace décadas sacude al país de las libertades.
En EE.?UU., millones de alumnos atienden diariamente a alguna de las escuelas públicas que el Gobierno tiene repartidas por todo el país. Según las estadísticas, al menos un 30% de estos estudiantes abandonan el colegio antes de cumplir la mayoría de edad, mientras que un 17% siguen sin saber leer ni escribir tras su paso por la escuela. Un panorama desolador que lograba situar al sistema educativo norteamericano en el número 25 del ránking mundial (España ocupa el número 24) y lograba despertar la conciencia de un realizador.?«Toda mi vida he sido un arduo defensor de la educación pública y, sin embargo, cuando tuve que elegir dónde llevar a mis hijos acabé rindiéndome a las escuelas privadas», confesaba hace poco en una entrevista el ganador de un Oscar.
Para ilustrar la problemática a la que cada día se enfrentan miles de colegiales en su país, Guggenheim vuelve a recurrir a la trillada fórmula del bien contra el mal, que el director ya utilizó en su aclamado documental Una verdad inconveniente . Así pues, si en aquella ocasión Al Gore representaba la conciencia del cambio climático frente a los postulados inmovilistas de Bush, esta vez la batalla se libra estos los llamados reformistas educativos y el sindicato de maestros del país, resistente a ningún tipo de cambio.
¿Avance o retroceso?
Al frente de cada uno de estos bandos, el director sitúa a dos mujeres tan diferentes entre sí como influyentes en este debate: Michelle Rhee, actual comisionada de educación de la ciudad de Washington, y Randy Weingarten, presidenta del mayor sindicato de profesores del país.
La principal diferencia entre estas dos mujeres se basa en su postura ante los llamados colegios por resultados , centros educativos cuyo acceso a los fondos gubernamentales depende exclusivamente de su calidad académica. ?Rhee, cuyo nombre llegó a sonar como posible secretaria de Educación durante la formación del Gobierno de Obama, es una firme defensora de este sistema que desde hace años funciona en Washington. Entre las ideas propuestas por esta hija de emigrantes vietnamitas destaca la oportunidad de que los profesores incrementen hasta en 60.000 dólares su salario anual, siempre y cuando renuncien a su plaza fija y demuestren una mejoría entre sus alumnos.
El programa educativo de Rhee toma su origen en la idea defendida por varios estudios de que la calidad académica de un alumno depende de la competencia de sus profesores.
«Y ahí esta la diferencia. En Estados Unidos, la mayoría de las personas que se dedican a la enseñanza provienen de los puestos más bajos de las universidades. Lo que nosotros proponemos es crear los incentivos necesarios para que sean los mejores quienes enseñen en nuestras escuelas», apunta Rhee.
Entre los aspectos mas polémicos de los colegios por resultados se cuentan, por ejemplo, la posibilidad de cerrar los centros que no cumplan con las expectativas o el despido libre para los profesores menos válidos.