Luz y muchas flores para los náufragos del «HMS Serpent»
Carballo
Varios actos rindieron homenaje en Galicia a los 173 fallecidos hace 120 años
12 Nov 2010. Actualizado a las 02:00 h.
Exactos: 120 años después del naufragio, casi sobre el mismo punto de la tragedia y justo en el mullido Cemiterio dos Ingleses (Camariñas). Mullido porque antes del hundimiento del Serpent , que dejó en el lugar 142 cadáveres ingleses, ya había otros de esa misma procedencia: eran los muertos del vapor Iris . A diferencia de aquel 10 de noviembre de 1890, el tiempo de la noche del pasado miércoles no era «sucio y oscuro», como dice el escritor Juan Campos en su libro Náufragos de antaño . Tampoco cálido: unos nueve grados. Este homenaje a las víctimas del Serpent (se salvaron 3 de los 176 tripulantes) congregó a más de medio centenar de personas.
Unos focos iluminaban la estructura del cementerio. Los ronquidos del mar debían luchar para ser oídos. Varios minutos después de las 22.30 horas, hora de la tragedia, comenzó el acto. El alcalde, Manuel Valeriano Alonso de León, abrió la noche recordando que «por desgracia, temos un nome case merecido, así que recordemos neste día a todos os náufragos que houbo na Costa da Morte». El Serpent quedó grabado «nos corazóns da xente de Camariñas», dijo José Manuel Pato, delegado en Galicia de la Real Liga Naval Española. Juan Campos recordó las palabras que Rosalía de Castro dedicó a los últimos segundos de una vida, así como esas con las que Pondal o Cela describieron el cabo Vilán con la misma dureza («hórrido», decía el primero) con la que la Punta do Boi hizo bramar al Serpent . Para todos los muertos fueron los crisantemos que llevó Campos, el ramo de José Manuel Pato y la placa que luego se descubrió. Thais , de Messenet, ofrecida por una joven violinista, fue escuchada en silencio por todos los presentes. Las voces del Coro de Mulleres de Camariñas surcaron tres piezas: Cara o Vilán voando vou , decía la primera. Nosa Señora da guía, guía os homes do mar , rezaba la segunda. Reservaron la última para contar y cantar la historia de aquel 1890. Quisieron asistir también, entre muchos otros, la diputada Marisol Soneira; la edila Linares Chica; el sargento Pablo Rodríguez; el párroco Ramón Romero, nacido en Xaviña, o el ex alcalde de Camariñas Bautista Santos.
El Monte Lobeira de Arousa y el jardín de San Carlos coruñes acogieron también, pero durante el día, actos de recuerdo. En la primera localidad -como en Camariñas el Concello y como en A Coruña la Gran Armada- fue la Autoridad Portuaria de Vilagarcía la anfitriona. Asistieron, además de Pato, el presidente del Puerto, Javier Puertas; la cónsul de Gran Bretaña en Vigo, María G. de la Concha; el delegado de la Real Liga Naval en Pontevedra, Pedro Piñeiro; el vicepresidente de la Diputación, José J. Durán; el jefe territorial de Cultura en Pontevedra, José Picallo; y otras autoridades.