Los carballeses salen a la calle para gozar del calor de las fiestas

Ya lo habían anunciado el jueves durante el pregón inaugural tanto el alcalde como la presidenta de la comisión de fiestas por más que la lluvia se empeñase en contradecirlos desde el exterior del mercado municipal. Y ayer, por fin, el verano llegó al San Xoán carballés.

El lunes festivo permitió a los vecinos de la capital bergantiñana dar rienda suelta a sus ganas de sol, calle y terraceo mientras muchos de ellos aguardaban la llegada de la noche, y con ella, de una de las principales citas de los festejos, el concierto de El sueño de Morfeo.

Pero antes del encuentro con Raquel del Rosario y compañía, los carballeses disfrutaron de una mañana de gran ajetreo que tuvo como epicentro la calle Coruña. Por sus repletas terrazas fueron pasando grupos de amigos, familias enteras y otros visitantes diversos y por el centro de la vía pasó también -y no sin cierta dificultad por lo aglomeración de personas- la procesión dedicada al patrón de las fiestas, san Xoán.

La comitiva religiosa emprendió su recorrido pasada ya la una y media de la tarde y tras una prolongada misa en la que participó la Coral de Bergantiños y en la que el alcalde, Evencio Ferrero, realizó la tradicional invocación al santo.

Ya en la calle, la procesión se abrió paso entre terrazas, viandantes y vehículos para completar un itinerario en el que tomaron parte, en un lugar preeminente, representantes de todos los grupos políticos municipales y otras autoridades. La Banda Municipal de Música, que dirige José Vicente Pérez Planells, acompañó a la comitiva antes de tomar posesión del cruce de las calles Hórreo y Coruña para ofrecer su concierto ya tradicional y poner así, además, el punto final musical a una mañana que estuvo animada también por los gaiteiros de la agrupación municipal, de Arume y de Lembranzas de Bergantiños.