San Bartolo, el islote oculto de Cambre
Carballo
La costa este de Malpica guarda rincones de gran belleza y con historia
25 Aug 2013. Actualizado a las 06:00 h.
Pudo ser ayer un buen día para descubrir la isla de San Bartolomeu, Bartolomé o Bartolo, toponimia toda que aparece en las escasas referencias bibliográficas sobre este islote entre las playas de Riás y San Miro, en la parroquia de Cambre (Malpica), que mira con un ojo a Razo y con otro a las Sisargas. Y pudo serlo porque ayer fue San Bartolo, onomástica que los descubridores usaban para bautizar cabos e islas, aunque la más famosa San Bartolomé, la del Caribe y bajo jurisdicción francesa, fue nombrada así por Colón en honor de su hermano, y no por avistarla un 24 de agosto.
San Bartolomé (así la llaman la mayoría de vecinos) es uno de esos escasos islotes de la Costa da Morte que pasan desapercibidos en las guías (conste la magnífica excepción de unos Roteiros que dirigieron Xosé Manuel Varela y el Concello de Malpica) pese a su elevado interés paisajístico e histórico. La insularidad comarcal no es solo As Sisargas y las Lobeira, es también O Centolo, o Berrón, Vilán de Fóra o este recuncho pétreo bien conocido por los percebeiros, cuyo lugar más cercano es Escras, muy cerca de O Cociñadoiro y la zona de As Ermidas o la Devesa dos Conventos, una masa arbórea sobre todo de castaños por la que vale la pena perderse, ladera abajo, en verano.
La nomenclatura trae al presente la tradición oral, confundida a veces con la propia isla: en estas latitudes hubo un asentamiento religioso del que no queda más que el recuerdo oral. Seguramente entre la masa boscosa, pero no es descartable una capilla en lo alto de esa isla a la que solo se accede en chalana. Nada que ver con la Herbosa o Castelo de Touriñán (Muxía), también plena de leyendas, a la que se puede cruzar en los días de mareas vivas.
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