La Voz de Galicia

Vecinos y Concello repintan las cruces de O Roncudo

Carballo

Cristina Viu Cristina Viu carballo / la voz

La viuda que mantenía la dedicada a José de Delmira está en una residencia y ya no puede ocuparse de esta labor

15 Aug 2014. Actualizado a las 07:00 h.

Las cruces de O Roncudo son el emblema de Corme. Recuerdan a los percebeiros y gentes del mar en general lo frágil que es la existencia y lo proceloso que es el mar en la Costa da Morte. El viento, el salitre y, sobre todo, el tiempo, habían hecho mella en los cruceiros, que llevaban un tiempo sin el debido y necesario mantenimiento. Por ello, un grupo de vecinos encabezados por Antón Vidal Saleta decidieron que no se podía dejar abandonada la zona más fotografiada por los turistas, sobre todo desde que se arregló la carretera y se abrió la senda peatonal.

El Concello se sumó a la iniciativa y puso los operarios, en tanto que los residentes pagaron la pintura con los restos de una ayuda recibida para adecentar una zona recreativa en Corme Aldea y para colocar un pequeño monumento a los percebes, que han dado reconocimiento a la villa. Entre ayer y el miércoles se materializó la labor que hasta hace poco realizaba Rosa García Souto, que ahora está en una residencia.

Una de las cruces recuerda a su marido, José Doldán Canosa, más conocido por José de Delmira, en recuerdo de su madre. Hace 52 años el matrimonio fue a por percebes. Ella estaba embarazada de casi ocho meses, pero logró zafarse de la ola, que se llevó a su marido. Hace unos años ella recordaba que el hombre había estado tres cuartos de hora luchando por su vida hasta que desapareció ante la esposa impotente. Nunca se encontró su cuerpo y ella, para recordarle, colocó la cruz.

La otra, dicen en Corme, es en recuerdo de un padre y un hijo. Algunos cuentan que también eran mariscadores, pero otros señalan que iban en una chalana. Tampoco volvieron.

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