La digitalización de las lonjas promovida por Mar solo ha llegado en la comarca a las de Fisterra, Camariñas y Laxe
Carballo
En algunas rulas ha servido para que suban los precios
07 Jan 2020. Actualizado a las 05:00 h.
La participación de más compradores en la subasta de la lonja de Fisterra ha hecho que, debido la mayor competencia, suban los precios, sobre todo del pulpo.
Ahora, en establecimientos de la cadena Carrefour o Mercadona se pueden adquirir pescados o cefalópodos procedentes de la rula fisterrana.
Ya no es necesario desplazarse hasta la localidad para participar en la puja y todo a partir de un proyecto de la Consellería do Mar para la modernización tecnológica del sector. Desde hace unos meses, las descargas de los pesqueros fisterráns se pueden adquirir por Internet.
De la Costa da Morte solo se han sumado por el momento las de Camariñas y Laxe, pero fue la de Fisterra la pionera junto a las de Ferrol y Portonovo. Ahora son ya 14 en toda la comunidad, pero igual que hay cosas positivas también las hay negativas y muchos compradores presenciales se quejan de que están en desventaja e, incluso, llegaron a parar en alguna ocasión la puja como protesta.
«O comprador ten que afinar moito porque por un só céntimo pode levar ou perder o lote», explica el patrón mayor, José Manuel Martínez Escarís. Más precio y mayor fiabilidad es lo que también persiguen las otras dos cofradías de la zona. Además, el pósito fisterrán ha firmado un convenio para implementar la segunda fase, que consiste en la modernización de las instalaciones, con nuevos ordenadores y la dotación de fibra óptica, lo que mejorará el sistema que ahora funciona se ha estabilizado, tras unos comienzos algo complicados.
El programa Primare busca el desarrollo de la zona rural y el mar utilizando las nuevas tecnologías. La parte de las lonjas dio sus primeros pasos hace dos años. El aspecto de la comercialización es, de momento, la parte más visible. Los compradores pueden participar en la subasta independientemente del lugar en el que estén y pueden pujar en distintos sitios al mismo tiempo. Los supermercados y restaurantes fijan sus precios máximos y desde la propia lonja paran la puja para asignar los lotes, que se hace de forma más justa y tranquila. Ya no hay el estrés de tener que decidir quien paró primero, porque el móvil concreta incluso los segundos.
El sistema facilita además la captura de información por parte de la Consellería do Mar, que no tiene que esperar a que se la pasen. Todos los datos se envían desde la pesada a la clasificación pasando por la identificación de las capturas.
Para los usuarios es mejor porque facilita mucho el trabajo en cuanto a las etiquetas o las facturas. También en lo relativo a la trazabilidad, lo que valoran los compradores.