La Voz de Galicia

La USC y la UDC se vuelcan en la investigación contra el coronavirus

Carballo

susana luaña REDACCIÓN / la voz

Las universidades gallegas impulsaron más de 150 trabajos sobre el covid

18 Aug 2020. Actualizado a las 00:03 h.

Cuando la población fue confinada y tomó conciencia de la gravedad del virus procedente de la ciudad china de Wuhan, llamó la atención el meticuloso trabajo realizado por un grupo de expertos gallegos y lusos, liderado por el catedrático de Análisis Matemático de la USC, Juan José Nieto, que fueron capaces de predecir, con un modelo matemático, la propagación del virus. El tiempo demostró que dieron en el clavo, no solo cuando fijaron en el mes de abril el pico de los contagios, sino también en la progresión descendente de la curva. Fue la primera evidencia de que las universidades se habían puesto a trabajar -como hacen habitualmente, aunque a menudo no trascienda- en beneficio de la sociedad, pero no fue la única, ni mucho menos.

En los meses de la pandemia, las universidades gallegas pusieron en marcha más de 150 propuestas de investigación en la procura de soluciones contra el coronavirus, y la mayoría de ellas seguirán desarrollándose en el curso 2020-21. El mes pasado, la Real Academia Galega de Ciencias premió veinte de esos proyectos -nueve de la USC, siete de UVigo y tres de la UDC-. Muchos desconocen que más de la mitad del tiempo que los profesores universitarios dedican a su trabajo no se invierte en docencia, sino en investigación. Entre los meses de enero y julio, dichos investigadores tuvieron que compaginar las dificultades de transformar la docencia presencial en docencia on line con los retos de la pandemia.

Las universidades, las facultades, los centros de investigación y los departamentos universitarios se volcaron ante un desafío que amenaza el modo de vida de la sociedad en las que la comunidad científica se desarrolla. Por tratarse de una amenaza sanitaria, lógicamente las áreas de la salud son las más involucradas. Pero no solo: la estadística, la computación, la geografía, la tecnología, la psicología, la educación... no hubo campo de investigación que permaneciese ajeno a las amenazas del covid-19.

El modelo matemático desarrollado en la Universidade de Santiago, en colaboración con la de Aveiro, se vio reforzado con otro proyecto desarrollado en la Universidade da Coruña, liderado por el profesor de Informática José A. Vilar y por el catedrático de Estadística Ricardo Cao -al frente del comité de matemáticos que asesoró al Gobierno sobre la pandemia- para crear herramientas que permitiesen anticiparse a su evolución.

 

Científicos en la vanguardia

La USC jugaba con ventaja en el campo de la investigación médica y la biotecnología, de ahí que tanto el Ciqus (Centro singular de investigación en química biológica y materiales moleculares) como el Cimus (Centro de investigación en medicina molecular y enfermedades crónicas) destacasen en la búsqueda de una vacuna que ponga fin a la crisis sanitaria. Al frente, científicos de sobra reconocidos como María José Alonso, Mabel Loza, Jesús Rodríguez Requena, J. M. Castro Tubío o José Martínez Costa, que lograron, para sus estudios, la financiación del Instituto Carlos III y de otros organismos internacionales que buscan el ansiado antídoto. El hallazgo de fármacos eficaces centró también los esfuerzos de la comunidad científica, con valiosos trabajos como el de un grupo de investigadores de la UDC que crearon una herramienta web en la que se recogen medicamentos ya utilizados para otras patologías que pueden ser útiles también para paliar los efectos del coronavirus. En las pruebas diagnósticas y en la búsqueda de la vacuna tiene también un papel primordial el Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS), con José Castillo al frente.

El rastreo del virus en las aguas residuales dio lugar a un proyecto de ámbito estatal al que se sumaron investigadores de las tres universidades gallegas, como Jesús López Romalde, David Polo, Germán Bou o Margarita Poza Domínguez.

Comunicadores, psicólogos o educadores: las humanidades también cuentan

 

Son muchos los proyectos de interés desarrollados en las universidades de la provincia de A Coruña sobre el coronavirus. Las investigaciones de virólogos como Carlos Pereira e Isabel Bandín (USC); el estudio que lidera Ángel Carracedo (USC) para identificar las características genéticas que pueden favorecer las infecciones; los mapas de Ángel Miramontes (USC) para detectar la expansión del virus; las emisiones de radiofrecuencia con las que trabaja Fermín Navarrina (UDC) para destruir el covid; la monotorización de la evolución de la pandemia a cargo del grupo que coordina Carlos Fernández Lozano (UDC); el estudio sobre los supercontagiadores de Antonio Salas y Federico Martinón (USC), y otros muchos proyectos científicos y tecnológicos que se desarrollan en las aulas y en los laboratorios universitarios dan una idea de esa ingente labor académica e investigadora.

Pero no solo la ciencia y la tecnología se han puesto al servicio de la lucha contra el coronavirus. También lo hicieron las humanidades, con trabajos de interés en el campo de la geografía, la educación o la psicología. Un aspecto tan sensible como la comunicación dio lugar a una investigación coordinada por Carmen Costa en la UDC y por Xesús López en la USC, y hasta los expertos de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de A Coruña se han sumado a la causa con una campaña para asesorar a los ciudadanos sobre cómo mejorar la habitabilidad de su hogares.

Secuelas psíquicas

La psicología tuvo, tiene y tendrá mucho que investigar, porque las consecuencias de una pandemia sin fecha de caducidad son impredecibles. Ese campo lo investigó Isabel Fraga (USC), que estudió los efectos del confinamiento en la salud mental de los jóvenes universitarios, mientras que el Grupo de Investigación en Psicología Educativa de la UDC estudió el estrés de los padres que convivieron con sus hijos menores en el confinamiento. En la UDC, el equipo del catedrático Miguel Clemente se sumó a un proyecto internacional para analizar la reacción de ciudadanos de distintos países ante la pandemia, y el Laboratorio de Investigación y Desarrollo en Inteligencia Artificial (Lidia) de la UDC, con la catedrática Amparo Alonso al frente, puso en marcha un estudio sobre el impacto psicológico de la crisis y las distintas estrategias para prevenir su contagio.

 

XOAN A. SOLER

«Hemos tenido muchas donaciones anónimas»

 

Vicente Pérez Muñuzuri es el vicerrector de Investigación e Innovación de la USC, quien constata, con satisfacción, que el esfuerzo realizado en la pandemia se tradujo en un incremento de ayudas, tanto públicas como privadas. «Hemos tenido más ayudas de instituciones como el Instituto Carlos III, GAIN, Fundación Amancio Ortega y otras instituciones públicas y fundaciones. Es importante también remarcar el aumento de las donaciones por mecenazgo a través de la iniciativa Sumo Valor de la USC. Hemos tenido muchas donaciones anónimas de ciudadanos interesados en donar a los proyectos de vacunas», dice.

—¿Se incrementarán las partidas para investigación de la Xunta y del Estado?

—El Ministerio de Ciencia e Innovación presentó un plan de choque entre cuyas medidas estaba el aumento de la financiación de la investigación en ciencias de la salud, atracción y retención de talento e impulso del I+D+i empresarial. Confiemos en que esto no suponga una merma de recursos para la ciencia básica y aplicada en otros campos. Respecto a la Xunta, tendremos que esperar a la formación del nuevo gobierno y a la presentación de presupuestos. Esperemos que sí.

—¿Se corre el riesgo de dejar atrás otros proyectos al margen del coronavirus?

—Es evidente que, con esta pandemia, los investigadores se han volcado en proyectos relacionados con el covid-19, en algunos casos modificando aquellos que ya tenían en marcha para estudiar este virus. Otros proyectos siguen su curso. Por ejemplo, la reciente resolución de los proyectos del Ministerio de Ciencia demuestra que la USC sigue muy activa en investigación en todas las áreas; ciencias sociales, humanidades, salud, ciencias e ingeniería.

—¿Es necesario más personal?

—El mes pasado aprobamos en Consello de Goberno un acuerdo que nos permitirá captar y retener más talento y afrontar con garantías el recambio generacional que la universidad necesita.

—¿Habrá vacuna gallega?

—De los once proyectos financiados por el Instituto Carlos III sobre vacunas para el covid, dos se están haciendo en la USC. Me gustaría ser optimista y pensar que sí, que tendremos una vacuna gallega para el covid-19 que tanta falta nos hace.

 


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