Frente común en el río Grande para limpiar la maleza, con vistas a la temporada de pesca

Maleza, troncos sueltos y algún que otro neumático perdido por el cauce. Eso fue lo que se encontraron los treinta voluntarios de la asociación Río y Mar que este domingo acudieron a Baio para dar un lavado de cara al entorno del río Grande, con vistas a la próxima temporada de pesca, que suele iniciarse a mediados de marzo.

«Actuouse sobre un tramo duns cincocentos metros, aproximadamente, preto de Suagra», detalló David Gómez Brandariz, presidente de la agrupación. Fue la segunda jornada de actuación de un total de cinco que han planteado con el objetivo de acondicionar la zona. «Levamos bastantes anos facéndoo. O habitual é programar unhas seis ou sete actuacións antes de que comece a tempada. E cando o río xa vai máis crecido, é o momento de atender á limpeza de carteles, pasarela e sinalización, así como as sendas próximas», explica Brandariz.

El dispositivo humano puesto en marcha ayer, con la división de dos equipos de actuación, fue reforzado con un tractor-grúa que ayudó a los asistentes a la hora de desbrozar los márgenes del río, donde había abundante vegetación por rebajar. A mayores, cada unidad portó un par de desbrozadoras y tres motosierras. «Hai tramos onde xa limpamos tempo atrás, pero sempre están sometidos a cambios, e atopas algunha árbore caída, por exemplo», explica el presidente de Río y Mar. No suelen encontrarse sorpresas desagradables en forma de residuos, aunque algún hallazgo deja anécdotas para el recuerdo, como cuando localizaron un silo para almacenar maíz en la orilla del río, seguramente arrastrado por las lluvias torrenciales.

La sesión, que se centró en las inmediaciones del campo de fútbol municipal Platas Reinoso, dejó un balance positivo: se cargaron hasta cuatro tractores con maleza recogida en el entorno del río. No será, en todo caso, la última tanda por ejecutar. En Río y Mar prevén volver a la carga el próximo día 14 de noviembre, emplazando la última actuación ya de cara al año que viene, con fecha fijada el día 27 de febrero, en la antesala del inicio de la temporada de pesca.

Un imán social

Las intervenciones de Río y Mar en el entorno fluvial de Baio también suponen el contexto idóneo para el reencuentro de amigos y viejos conocidos próximos al mundo de la pesca. No solo de la Costa da Morte, sino de otros muchos puntos de Galicia. «Nesta sesión houbo xente que chegou desde Meicende, Ponteceso, Laxe e ata Padrón. Todos eles son socios, e ó rematar a limpeza sempre caen uns pinchos», agrega riendo Brandariz. Es decir, que más allá de compartir una afición y el respeto por el medio ambiente, también es una vía de conexión social que no se quiere perder. Más aún, tras el impacto de la pandemia de covid-19, que marcó parte de la intervención de ayer porque la cautela sigue presente: durante la limpieza del río, se remarcó la necesidad de trabajar con mascarilla sanitaria y mantener la distancia de seguridad entre los asistentes.

Este tipo de jornadas tampoco parecen una cuestión ajena a los jóvenes, porque durante la sesión hubo participantes que rondaban los 25 años. «E tamén algún que xa supera os 75», cuenta Brandariz.