La Voz de Galicia

«Tulitates. El niño que quiso creer y no pudo», nueva obra de Vázquez Labandeira

Carballo

P. Blanco Carballo / La Voz

La rubrica con seudónimo, el de Simón Kurexenco. Hoy la presenta en el auditorio de Baio, a las 20.00 horas, de manos de la asociación Adro

26 Mar 2022. Actualizado a las 05:00 h.

El laxense Xosé Vázquez Labandeira tiene nueva obra publicada, aunque en este caso con seudónimo, Simón Kurexenko. Se trata de Tulitates: el niño que quiso creer y no pudo (Atlantis Ediciones), y hoy la presentará en el auditorio de Baio, a las 20.00, de manos de la asociación cultural Adro. Simón Kurexenco, según el propio autor explicó para la editorial, es el propio Xosé Vázquez, quien elabora este ensayo que ha ido madurando toda su vida, y es a la vez Tulitates, un niño que nunca dejó de serlo, un poco rebelde y no siempre conforme al pensamiento de una sociedad «que analiza escasamente y se deja dominar».

El seudónimo, abunda, fue elegido por varios motivos. Primero, porque significa la renuncia «a mi propio nombre que fue anulado por la religión». Segundo, porque Simón es el nombre de su lugar (San Simón de Nande) y porque significa «el que oye», algo que Xosé trata de hacer siempre antes de emitir una opinión. Tercero, Kurexenco es el nombre compuesto de los dos nombres de sus familias, «poniendo en primer lugar el de la materna, cosa que no ha sido costumbre en una sociedad machista».

Xosé Vázquez LabandeiraANA GARCIA

La obra Tulitates, como el autor explicó, pretende mostrar que las obras humanas son solamente humanas «sin intervención divina». «El hombre y la tierra son la misma cosa y a ningún humano habló nunca ningún ser divino. El nombre de Tulitates procede de un término que en Galicia significa algo así como persona que se escapa de un comportamiento considerado normal por la sociedad», abundó el autor para Atlantis. De otro lado, ese «niño que quiso creer y no pudo» es realmente la vida del autor, que durante toda ella indagó sobre el tema religioso para ver qué tiene de cierto. Y le sucedió que quiso creer y no pudo. Sin ser creyente ni ateo («soy ateo ante los dioses que dicen que existen...»), ni tampoco agnóstico, se declara en un estado de «ignosticisimo»: desconocedor a partir de un punto del que no sabe salir, sin ser capaz de dar un paso en falso buscando argumentos para justificar prejuicios. Se queda reconociendo una «ignorancia» sin que eso le produzca problemas para vivir una vida feliz. Tulitates, en definitiva, es Xosé, una autobiografía de su pensamiento.

Desde niño lo ha analizado todo, buscando el sentido de las cosas: «Todo aquello que querían imponer sin razonamiento lógico creó en mí una actitud de rebelión en toda mi vida». El «porque sí» no le basta. Indica que, al jubilarse, ha tenido el tiempo de publicar un libro como este, con su forma de pensar, argumentada, con sus conclusiones tras tanto tiempo ahondando en el fenómeno religioso. Tiene, además, otros proyectos entre manos.


Comentar