De Malpica a Caión, los aviones a baja altura ya son una presencia cotidiana
Carballo
En lo que va de mayo se han visto decenas de aproximaciones a Alvedro sobre el norte de Bergantiños debido al intenso nordés
28 May 2023. Actualizado a las 14:28 h.
El molesto nordés ha traído al norte de la Costa da Morte, este mes de mayo, más aviones comerciales que nunca a baja altura. Hasta ocho diarios, en varias jornadas, todos ellos con destino final a Alvedro.
No es nada nuevo, desde que esta maniobra de aproximación diurna comenzó a estar operativa el 5 de diciembre del 2019, y la nocturna, el 2 de diciembre del 2021, y desde entonces las distintas aerolíneas se han ido adaptando a ella. Ha sido un cambio clave para evitar esperas y, sobre todo, desvíos, cuando el viento del norte, ese nordés tan típico sobre todo de finales de la primavera y principios del verano, impedía a los aviones aterrizar por la cabecera norte y habitual, la 21 (el enfilamiento es hacia los 210 grados). Cuando el viento de cola supera determinadas velocidades (cada avión tiene sus limitaciones) no se puede tomar tierra, y la opción obvia era hacerlo a la inversa, por el otro lado, la cabecera 03, desde abajo. Algo tan sencillo que tardó tanto tiempo. Aterrizar entre el orto y el ocaso en esas condiciones fue un gran paso, y mucho más cuando también se abrió la opción nocturna, con la instalación de balizas y otras ayudas a la navegación tan comunes en los aeropuertos.
Esa opción de la 03 lleva a los aviones comerciales a buscar el giro, y siempre bajo (obviamente) las indicaciones de los controladores aéreos, en la zona de San Adrián y las Sisargas, en Malpica; en Razo y Baldaio, y en Caión. En los primeros tiempos de la pandemia apenas tuvo incidencia en la zona, ya que los vuelos eran mínimos o nulos. En el 2021 comenzaron a aumentar, y el año pasado ya fueron relativamente comunes. Pero nunca se había visto tal intensidad como, sobre todo, la de las dos últimas semanas. Porque, además de que el viento del norte ha sido especialmente elevado y constante, los vuelos han crecido notablemente.
Este sábado por la tarde, por ejemplo, se podía ver la llegada del Easyjet desde Milán, compañía que también vuela desde Ginebra, en ambos casos toda una novedad para esta campaña. Madrid o Barcelona acaparan las mayor parte de las conexiones. El vuelo de Binter, desde Gran Canaria, pasa con frecuencia sobre la vertical del casco urbano de Carballo, hacia Razo. Todos, siempre, a entre 1.500 y 1.700 metros de altitud, y en descenso desde esta zona, ya para enfilar rumbo al Xalo y después Alvedro. En ocasiones se ven llegadas sorprendentes, como la del viernes de Volotea, desde Málaga, que entró por O Ézaro, desde ahí a Baldaio.