Un vendaval de mayorías y cinco incendios sin apagar

Las elecciones arrasaron con un vendaval de mayorías por once concellos de la Costa da Morte. Son esos lugares en los que en los últimos cuatro años gobernaron la tranquilidad y el sosiego, anteponiendo los intereses vecinales a aventuras extrañas. Dícese Carballo, A Laracha, Cerceda, Coristanco, Vimianzo, Laxe, Cabana, Dumbría, Zas y Cee. Las mayorías son para quien se las trabaja con ahínco.

Como era de esperar, el vecindario castigó los conflictos y las divisiones. Está demostrado que detesta a los equilibristas. Las guerras en los concellos siempre tienen su justo castigo. Así, hay cinco concellos que mantuvieron muy vivos sus respectivos incendios, que los asolaron sin piedad durante los cuatro años. Sobre todo en Ponteceso y Muxía, donde sus respectivos alcaldes vieron como sus amplias mayorías del 2019 se fueron por la borda y el fuego de la polémica y las diferencias dejaron inservibles sus respectivas naves sin que en ningún momento fuesen capaces de apagar las llamas.

El humo no les dejó ver el horizonte hacía donde tenían que dirigir la embarcación municipal, y así acabaron ahora, en la cuerda floja de unas minorías muy complicadas. En estos consistorios penarán cuatro años por sacar adelante políticas de provecho para sus respectivos municipios. En Fisterra parece que castigaron la apatía y la falta de vigor en la gestión, mientras que, en Malpica, Cañizo seguirá nombrando alcalde, como de costumbre. Corcubión, por su parte, decidió darle el mando otra vez al BNG. Es de esperar que todos aprendan la lección.