«El Traje», la obra de teatro que traerá a Javier Gutiérrez y Luis Bermejo a Carballo
Carballo
Juan Cavestany, Javier Gutiérrez y Luis Bermejo recuperan esta producción teatral diez años después de su primera gira: «Se merecía una segunda oportunidad», dicen
13 Oct 2023. Actualizado a las 05:00 h.
Domingo • 20.30 • 15 euros (agotadas en Ataquilla) • «Es el primer día de rebajas en unos grandes almacenes de la capital. La gente ha entrado en tropel y ha habido un accidente. En las entrañas del edificio, un vigilante de seguridad interroga a un hombre de negocios que vino a comprar un traje y que ha tenido algo que ver con los hechos». Así es la sinopsis de El traje, la comedia negra de Juan Cavestany, con Javier Gutiérrez y Luis Bermejo sobre las tablas, que el domingo recalará en Carballo en el marco del programa de sala del FIOT. La obra ha vuelto este año a los escenarios tras casi un decenio, tal y como cuentan Cavestany y Gutiérrez a La Voz.
—¿Qué podrá ver el espectador este domingo en Carballo?
—Juan: Lo que traemos es la reposición de una función que, en realidad, casi se puede considerar como una versión, o como una obra revitalizada y reforzada por el paso del tiempo. Es un proyecto que tuvo su arranque hace casi diez años y ahora Luis y Javi están de gira otra vez con una versión a la que hemos metido más de lo que ya había: comedia negra, reflexión, dosis de suspense y absurdo...
—¿Qué han incorporado al texto para esta segunda vuelta?
—Javier: Es un texto que ha envejecido muy bien. Hemos operado una pandemia y un par de crisis de por medio, y lo que en un principio era un encargo para hablar de la corrupción política, eso ha quedado desenfocado, en un segundo plano, y con las variaciones que ha introducido Juan de repente el texto ha cobrado una energía y una vitalidad que seguramente ya tenía, pero que estaba agazapada. Con el tiempo, se ha demostrado el vigor de este texto, que está más de actualidad que nunca. De hecho, la respuesta del público ha sido sorprendente, es una delicia ver cómo se lo pasan con esta pieza tan negra, tan desternillante, pero que a la vez deja un poso para que la gente reflexione.
—¿Es el humor una buena herramienta para hacer crítica social?
—Juan: Puede que sea la mejor. Quizá hace un tiempo teníamos una mirada un tanto más oscura, cargada o tensa, pero creo que con el paso de los años nos hemos liberado de esos requisitos que se supone que hay que seguir para plantear temas «serios». Puedes ser serio y proponer un viaje divertido a la vez.
—Junto al texto, también han crecido los actores.
—Javier: Nosotros parece que venimos de correr una maratón [ríe]. Esta obra es un tour de force no solo intelectual, por la velocidad y el ritmo trepidante al que lanzamos el texto, sino también físico. Han pasado diez años, el cuerpo es otro y salimos realmente cansados. Además, es una función en la que uno no se puede esconder: una vez se levanta el telón hay que salir a darlo todo y atrapar al espectador desde el minuto uno.
—¿Algún proyecto que, como «El traje», les gustaría revisitar?
—Juan: Siempre que miras las cosas que has hecho en el pasado, ves cosas que harías de manera diferente o que enmendarías. Pero es un ejercicio absurdo, creo: lo hecho, hecho está. En el caso de El traje, sí se lo merecía porque en su día el proyecto se quedó a medio recorrido. Además, he de decir que tras haber acompañado a Luis y Javi en estos años, no sé como aguantan el ritmo que se meten en el escenario, porque es mucho más explosivo y dinámico y tienen muchos más recursos.
—Javier: Lo bueno de Juan es que esto lo dice también aunque no haya micros delante [ríe]. Sobre volver a hacer El traje, es un espectáculo que quedó sin explotar por motivos profesionales, de Luis y míos, pero después de girar con Los Santos Inocentes nos divertimos tanto, que quisimos retomar. Creímos que tanto la obra como los espectadores se merecían una segunda oportunidad.
—¿Cómo fue, Javier, volver a actuar en Ferrol?
—Javier: Ferrol para mí son palabras mayores. No solo por volver a la ciudad, que es como si se detuviese el tiempo, sino por regresar al teatro Jofre. Allí es donde se forjó mi sueño de ser actor. Veía a las compañías desde el gallinero y después las observaba desde la puerta de artistas para ver dónde iban a cenar o dormir. Soñaba con esa vida bohemia y nómada. Y el público, no solo en Ferrol, sino en toda Galicia, siempre es conmigo muy cariñoso.
—¿La del domingo será la primera participación en el FIOT para ambos, no?
—Juan: Sí, no recuerdo que haya pasado por ahí antes.
—Javier: Yo también me estreno con El traje. Me apetece mucho y además me parece que tiene una programación muy potente.
—¿Alguna vez han hecho cola ante unos grandes almacenes?
—Juan: Yo no, pero sí me ha pasado lo de llegar un poco antes de las diez y esperar con otras cinco o seis personas a que abriesen. Es un momento un poco extraño.
—Javier: A Juan lo veo en las rebajas, pero diseccionando a los que están en la cola para después escribir sobre ello [ríe]. Yo, personalmente, odio las colas y las aglomeraciones, así que huyo de ellas.