La Mostra da Olería saca pecho a un año de cumplir los 40 años
Carballo
La apertura de la Mostra da Olería de Buño, ¡en imágenes!
La apertura de este viernes fue íntima, sin autoridades, pero con discursos
01 Aug 2024. Actualizado a las 04:29 h.
«Estou contento de que a olería siga, para a vida». Jesús Mourón Varela con sus muy envidiables 99 años y medio inauguró este viernes con estas palabras la 39.ª edición de la Mostra de Buño. La asociación «recuncou» después de que el gobierno local organizara por su cuenta la feria el año pasado, en contra de la opinión de la asociación y buena parte del pueblo de Buño. El colectivo ha sacado pecho organizando cuatro días de actividades con medios muy modestos. Nada que ver con los 100.000 euros que el Concello usaba para esta cita que es de Interés Turístico Nacional. No se notó demasiado la diferencia.
La apertura fue mucho más íntima que la de años anteriores. No hubo representación alguna de gobierno local, lo que evidencia que las relaciones entre los artesanos y los concejales del PP y de AIM no son nada buenas. Sí estuvieron portavoces y ediles de PSOE y BNG. Por no haber, no hubo ni agentes de policía ni voluntarios de Protección Civil para regular el tráfico. Aunque hubo bastante público, todo fue muy local.
El presidente de la asociación, Antonio Pereira, abrió un acto que el mismo definió como «sinxelo e bonito», que se centró en el invitado especial, el artesano jubilado que vivió la edad de oro de la alfarería, cuando en Buño había «114 obradoiros, con catro ou cinco oleiros cada un deles». Explicó que ambos hablan mucho del oficio que comparten a pesar de los años que los separan.
A Jesús Mourón le regalaron una foto enmarcada de los tiempos en los que él todavía andaba con el torno y después recorrió la exposición, deteniéndose en cada puesto y charlando con algún que otro artesano, como Aparicio, con el que mantuvo también una animada conversación.
Los nueve artesanos que participan este año en la Mostra evidenciaron que los estilos son muy diferentes, que Buño avanza con diseños nuevos y que se mantiene la tradición. El adalid de ella fue O Rulo, quien presentó un abanico de piezas clásicas, de gran formato. Como el presidente se atrevió con ellas Pablo, de Risco, que también usa el barro a modo de escultura.
Gorín llamó la atención con un lavamanos e incluso un alicatado con barro, en tanto que Aparicio eligió el color rojo y el taller de Cambón mantuvo su muy reconocible estilo. La Cacharrera mantuvo los tonos pastel y el diseño minimalista, pero le añadió cordones a sus piezas y O Falsete continúa centrándose en la bisutería y los objetos funcionales como pisapapeles o vajillas.
Feituras se centró en platos decorados con personajes del cuento Alicia en el país de las maravillas y Antonio Corral se decantó por las ánforas. Además, cada uno puso a la venta distintos objetos de precios variados, todos ellos muy decorativos. El programa para hoy:
- 11.00 horas. Apertura de las casetas de venta de olería de Buño, de la carpa de exposición, de la cantina y del puesto de filloas del Coro.
- 11.30 horas. Taller de barro para niños. Correrá cargo de María del Obradoiro Feituras y de Ana del Obradoiro Cambón.
- 13.00 horas. Demostración de torno a cargo de Fran Gorín. En las inmediaciones de la iglesia
- 14.00 horas. Cierre de las casetas de venta para el descanso de mediodía.
- 17.00 horas. Reapertura de las casetas de venta y del resto de servicios.
- 17.00 horas. Demostración de torno
- 18.00 horas. Espectáculo familiar Zona en obras a cargo de Brais das Hortas.
- 21.00 horas. Cierre de las casetas de venta.
- 22.30 horas. Rockolería 2024. Concierto de la banda Tu futura exmujer y música de Maruxíaña DJ.
[OPINIÓN] Artesanos contra el comendador
Los oleiros de Buño quisieron evidenciar su unidad con una foto grupal en las escaleras de la iglesia, como un remedo de Fuenteovejuna, la conocida obra teatral de Lope de Vega en la que el pueblo se levanta contra el comendador. El arranque de la muestra no fue malo, pero los medios exhibidos se notaban mucho menores, aunque las ganas sí estaban por los aires.
Desde Carballo, la rotonda de acceso as Rabuceiras exhibía descuido, con la hierba demasiado alta y nada que hiciera pensar que en ese pueblo se estaba celebrando una muestra que está catalogada de Interés Turístico Nacional. Nada tampoco en el otro acceso.
Había que fijarse al pasar por la rúa Santa Filomena en que allí, en el parque, en lo alto, había una feria. Para los que sabían de ella pocos cambios se presentaron, salvo toda la parafernalia institucional, pero los despistados pueden pasar fácilmente de largo. El enfrentamiento con el comendador se tiene que notar y el domingo se sabrá si es mucho o poco.