La Voz de Galicia

La memoria

Carballo

Cristina Viu
Jesús Mourón Varela, oleiro de Buño casi centenario

16 Aug 2024. Actualizado a las 05:00 h.

Hablaba hace unos días con un hombre al que le faltan apenas unos meses para cumplir los cien años y que era capaz de recordar con la precisión de un reloj suizo pasajes de su infancia, cosas que ocurrieron incluso en su primera niñez, cuando apenas empezaba a ir a la escuela.

Es bastante habitual que personas ancianas sean capaces de traer hasta el presente sucesos aparentemente nimios que ocurrieron mucho tiempo atrás. Cuando cuentan su vida se detienen especialmente en lo que pasó antes de cumplir los 20. Lo que viene después, sobre todo lo más reciente, lo pasan en un ensalmo. Apenas citan, cuando se les pregunta, los lugares en los que trabajaron o los hijos que tuvieron. El período más productivo de su vida, queda resumido en apenas unos párrafos, en tanto que la niñez, tan aparentemente corta, se lleva capítulos enteros.

Tienen que pasar muchos años y llegar al final de la vida para que lo ocurrido en la edad de la inocencia adquiera el verdadero valor que tiene, que es enorme.

Jesús, el casi centenario de Buño, no pudo olvidar lo que le dijo el oleiro que le enseñó el oficio, ni Manuela, de Vimianzo, el día que entre el tojo salió una culebra y espantó a una vecina.

Las clases comenzarán pronto, queda menos de un mes y es preciso que los maestros comprendan la arcilla maleable que tienen entre sus manos. También y, sobre todo, los padres porque lo que hagan con la vida de sus hijos determinará su futuro mucho más de lo que piensan. No hay más que hablar con personas muy mayores para darse cuenta de que los niños no olvidan. Es importante recordarlo.


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