Las «néboas» de Caión que fascinaron a un pianista neoyorquino

Como ese hilo rojo que une caminos que inevitablemente se encontrarán una y otra vez, el arte también deja espacio para la magia. Maribel Castiñeira, vecina de Xermaña, en la parroquia de Caión (A Laracha), pinta desde este pequeño núcleo de no más de 100 habitantes. XMÑ es, de hecho, su nombre artístico y lo que ella hace es «pintura intuitiva». Se sienta ante el lienzo sin una idea premeditada, sin ni siquiera saber qué colores usará. El resultado lo decide el propio cuadro, la intuición, «o fondo da miña alma». Muchas veces afloran caras. Las exposiciones de Maribel, que tiene un oficio muy diferente al de la pintura, son bastante recientes, tanto en Carballo y Arteixo como en Caión y, próximamente, en Cee. En redes difunde parte de su trabajo y fue ahí, vía Instagram, donde vino la sorpresa. A muchos kilómetros de distancia, desde una ciudad como Nueva York, que poco tiene que ver con Xermaña, el pianista Margin Alexander se confesaba fascinado por una de sus pinturas: «Entre néboas».

Margin, cuenta en su web, descubrió de forma temprana que su misión última no era otra que tocar con su música tantos corazones como pudiese. Lo hace entrelazando la tradición con técnicas menos ortodoxas, creando un estilo propio. Crear música, descubrió, es su pasión, y eso lo llevó a formarse por Europa desde muy joven, apenas con 14 años. Desde entonces han sido múltiples los conciertos, las colaboraciones, fundamentalmente por este continente y América. Un volcán de energía y de inspiración que traslada a propuestas tan singulares como la que acabó integrando a Maribel y su pintura intuitiva.

Este pasado jueves, Margin ofreció un recital (se pudo ver en directo por Youtube) en el que, como había hecho en otras ocasiones, mezcló su música y el arte. Toma cuadros como referencia y crea una composición inspirándose en ellos. El de XMÑ fue uno de ellos en esta última sesión. El concierto, a la una y media de la madrugada hora local, hizo trasnochar a Maribel y a su familia. A las dos fue el gran momento de «Entre néboas» (minuto 30 del vídeo).

«Estou moi emocionada, ata que o vin non o podía crer», decía este lunes Maribel. Llegó a dudar de que todo esto fuese posible e incluso real, como al principio dudó también de su talento: «Nunca me imaxinei que se podería producir isto, que a miña pintura puidese dar este salto». Y eso que, como ella reflexiona, nada tiene que ver lo que transmiten los cuadros en vivo con lo que logran contar a través de una pantalla: «Que el conseguise ver na miña obra todo iso que dixo....».

Margin Alexander finalizó su pieza deseando, algún día, poder ver en persona los cuadros de Maribel, y a eso lo ha invitado ella, a desplazarse a la Costa da Morte, a Caión. No debería ser menos, a juzgar por las palabras del artista al introducir su obra, «Between mists», como la rebautizó, en inglés. «Un trabajo que cualificaría como muy romántico (...) extremadamente único por sus propias texturas (...) una estructura que te lleva a mirarla de modo distinto al habitual con el que el miramos un lienzo, de arriba a abajo... Yo todavía estoy descubriendo mucho de lo que hay detrás de estos árboles de viento... me enamora la combinación de esta atmósfera que creas aquí con algo que después cambia de forma drástica (...) Empecé escuchando los sonidos del viento, del resplandor de estas plantas, y solo cuando te encuentras en el fondo, que es rojo infierno, es cuando te ves sorprendido por el hecho de que esa conciencia ya estaba ahí... Es un viaje artístico muy hondo. Gracias, una maravilla y un placer para la vista ser testigo de este trabajo (...) Muy nocturno».

Margin compuso para la obra de XMÑ una suite, con acordes de suspense en su final, un cierre abierto porque eso es lo que él siente y percibe en el cuadro: «Algo que no quiere perderse o dejarse ir». Algo que atraviesa las texturas y que nunca termina. «Una pieza preciosa, intrigante, con su propia voz». Nada menos.