La vida es larga más allá de los cien

Hace poco más de un decenio, en marzo del 2006, en los 16 municipios de Bergantiños, Soneira y Fisterra, además de Cerceda, había 35 personas de 100 o más años. Hoy son casi 70, según los datos recabados en los concellos. La cifra definitiva puede variar de una semana para otra (y lo hace). Ya se sabe: a estas edades la muerte no es una sorpresa, pero los relevos inmediatos están asegurados. El crecimiento vegetativo de la población es negativo (muy negativo) todos los años, pero con los centenarios ocurre lo contrario: se incorporan más de los que fallecen, probablemente un caso único en Galicia. Lo que no cambia es el género: la inmensa mayoría de los más longevos son mujeres, característica que también se repite en el resto de Galicia.

Hoy es el día internacional de las personas mayores, y la Costa da Morte siempre ha destacado por su longevidad, incluso cuando llegar a los 107 era una proeza. Y no hace tanto. Hubo momentos, fugaces siempre, en que de las diez personas de mayor edad de Galicia, la mitad eran de la comarca. La mayor de la Comunidade (antes lo había sido una de Fisterra) es conocida: Avelina Mouzo Leis, de A Ponte do Porto, con 112, y 113 en diciembre. También es la cuarta de España (los tres de arriba son fuertes como ella, llevan así mucho tiempo); la novena de Europa y la 26.ª del mundo, según un ránking que llevan día a día desde un foro especializado. A gran distancia de esos 112 hay mucha cantera de la buena. Dolores Tasende, de Carballo, es la siguiente, con 107 desde agosto.

De 105 también hay casos, como Dolores Veres, de Santirso de Vilanova, en Malpica. En este municipio, como recordaba ayer el alcalde, Eduardo Parga, hay al menos cuatro personas más con 100 años. Pero nada que ver con Carballo (la población total influye mucho), con al menos catorce centenarios, o A Laracha, con nueve. Es mucho más significativo el caso de Cabana (menos de 4.500 habitantes), con 11 vecinos con 100 o más años. Uno por parroquia, salvo en la de Riobó (y es de las pequeñas), que tiene dos, explica el regidor, José Muíño. También hay varios de 104 en la zona, como una vecina de Rodís. De 103 y 102 abundan (en Cee, uno llegará a esa edad a final de mes), y desde esa cifra hasta los 100 se dan numerosos casos. En Muxía, al menos cinco vecinos superan la barrera. En Vimianzo, 3 mujeres y un hombre.

Concepción Bolón Rodríguez; 100 años desde diciembre

Es vecina de Marfulo, en Vilaño

Concepción Bolón Rodríguez es de la parroquia larachesa de Vilaño. Nació en Areosa, y reside en Marfulo, que no está muy lejos. Tiene 100 años (en el municipio hay nueve personas de esta edad o más), y el próximo 6 de diciembre cumplirá 101. Su único problema es la silla de ruedas. Por lo demás, habla y oye perfectamente. Tiene doble mérito, por la edad y porque hace 8 años, con 92, sufrió un ictus, y se recuperó perfectamente. Vive con una hija. Enviudó hace 31 años. Fue siempre labradora. Come de todo. Salvo ese ictus, nunca tuvo nada grave, así que sus visitas a los médicos fueron mínimas.

Jesusa Castiñeiras González: 101 años desde mayo

Reside en Paiosaco desde niña

Jesusa nació en Andoio, Tordoia, pero de muy pequeña ya la llevaron para Paiosaco, donde ha vivido y trabajado toda su vida, y donde además residen sus tres hijas (una de ellas está en la misma casa). Fue cocinera en O Estanco muchos años, y después hizo lo mismo en el colegio, que fue donde se jubiló. De eso hace ya mucho, porque cumplió los 101 en mayo. Está viuda desde hace 24 años. «É unha muller moi forte, traballou moitísimo toda a vida», relata su nieta Mónica. Su problema ahora es la movilidad, pero la llevan en silla. Hoy la llevarán a dar un paseo por la Feira de Paiosaco, a la que es siempre fiel. «Non o perdoa, agás que chova», cuenta la nieta. Oye poco, siempre fue muy habladora.

JOSEFA VELO AMOR 105 años, cumplidos ayer

Es la mayor del municipio de A Laracha

Ayer cumplió 105 años, aunque los celebrará hoy domingo junto a su familia. Es la mayor del municipio de A Laracha y una de las más longevas de la comarca. Josefa Velo vive en el lugar de Curros, Soandres, donde nació y donde ha vivido siempre. Es toda una superviviente, porque tres hermanos varones y una mujer (eran siete) fallecieron de tuberculosis, en los tiempos posteriores a la guerra. Toda su vida trabajó en el campo. Tuvo una hija. Hilaba lino, era muy asidua de la Feira de Paiosaco. Nunca tuvo ningún problema grave de salud, aunque la artrosis la obliga ahora a usar silla de ruedas. Cuenta su familia que se encuentra bien, que come muy bien, y que a veces se despista un poco. Pero eso también le pasa a los jóvenes.