La Voz de Galicia

El nombre de Fisterra acompaña a negocios de todo el país

Corcubión

s. g. rial carballo / la voz hostelería y toponimia

Numerosos locales repartidos por España se denominan como la localidad

11 Jan 2017. Actualizado a las 09:43 h.

En los locales hosteleros es posible encontrar casi cualquier tipo de nombre: el de los dueños, una contracción, el del pueblo de procedencia, un lugar de referencia o imaginado, una fecha, un sinónimo. En la Costa da Morte, por ejemplo, es muy común encontrar bares o negocios con la denominación de localidades por las que han pasado los dueños. Suiza se lleva la palma: Ginebra, Suiza, Zúrich, Vevey, Lausana, Berna, Vaduz, Monthey, Montreux, Basilea...

Por supuesto, entre los emigrantes o entre quienes ha conocido la comarca y residen fuera también se reflejan los nombres de aquí. Con un simple vistazo a un buscador no tardan en aparecer nombres de locales como Muxía, Ézaro, Corcubión, Carballo, Brandomil, Camariñas, Bergantiños... Pero, si hay una denominación que destaca especialmente, es la de Fisterra. Tanto en su acepción de Finisterre, con cabo o faro delante (o sin ellos) como en el normativo de Fisterra. De un extremo a otro del país, pero no solo para la hostelería. Resulta ya difícil contabilizar cuántas veces se usa esta marca, desde una potente empresa de energías hasta una urbanización en Oregón, pasando por firmas de seguros, obras de teatro o de danza, libros, poemas, proyectos industriales y arquitectónicos y mucho más.

En la hostelería, reina Madrid, con negocios en la capital, en Boadilla del Monte o en Pozuelo. En Boadilla, por cierto, está en marcha la segunda fase de la promoción de viviendas (39) denominada Fisterra II, chalets unifamiliares de lujo.

En Barcelona, en la calle Carrer de Pallars, funciona el bar Fisterra, que llevan unos gallegos de Ourense. Relataba ayer el dueño que hubo otro en la Ciudad Condal, que cerró en el 92. Les gustaba el nombre y lo aprovecharon, pero influyó otro factor: «A nuestra hija, el novio le pidió la mano en Fisterra», explica. Habían pensado en otros, como Luar, y en algunos que ya estaban repetidos, pero ganó la Costa da Morte. (El matrimonio sigue unido y le va muy bien, comenta el dueño).

El amor por Fisterra también se aprecia en un local de Miranda de Ebro (Burgos) que, entre otras virtudes, destaca en las tapas, ya con premios en los concursos locales. En este caso, el dueño escogió el nombre por haber hecho el Camiño y quedó prendado del lugar.

 

Origen familiar

Las raíces familiares se ven en el Fisterra de Lorquí, en Murcia, hace ya más de 20 años, ya que la dueña es originaria del municipio fisterrán. Pero no hay que ir tan lejos para ver estas similitudes. En A Coruña, en la avenida de Finisterre, está el bar que lleva la forma normativa. Y en Corrubedo estaba (ya cerró) el Fisterra, abierto en el 2006, que se hizo célebre en su momento por los menús anticrisis a un euro. Hay muchos más ejemplos.


Comentar