La Voz de Galicia

La gallega que se parece a Trump: «Eu digo que será pola cor do pelo»

Coristanco

paula vázquez carballo / la voz

El gran parecido de Dolores Leis con el presidente de los Estados Unidos se ha hecho viral en las redes sociales

14 Oct 2022. Actualizado a las 17:42 h.

Nada menos que 3.000 retweets y 4.000 me gusta en Twitter, además de cientos de publicaciones compartidas a través de Facebook o de WhatsApp. Dolores Leis Antelo (Figueiras, Coristanco, 1954) no se imaginaba el jueves pasado, cuando esta misma redactora hablaba con ella sobre las labores del campo en su finca de Nantón, que una foto suya se haría viral en Internet y daría -casi- la vuelta al mundo. Su parecido razonable con Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, está arrasando estos días en las redes sociales, así como en varios diarios de información digital de tirada nacional, donde ya se han hecho eco de la resonancia de la publicación y especulan si Trump tiene o no parientes en la Costa da Morte.

Más allá de la curiosidad del contenido y como toda foto viral que se precie, el debate sobre si se trata de un montaje está servido. Al igual que las respuestas de la gente, ingeniosas y ocurrentes en muchas ocasiones. Incluso hay quién se adjudica la autoría de la imagen sin más. «Mi madriña, a miña foto vai ben lonxe. Eu digo que será pola cor do pelo», explicaba ayer por la tarde entre risas la protagonista, a la que todos sus vecinos conocen como Dolores de Belo, en su casa del lugar cabanés de Os Martices, a donde la noticia, como no, también ha llegado. «Ai, se fósemos familia de Donald Trump», bromea su hija Ana.

Ana Garcia

Vida en el campo

«Cando era nova traballei na limpeza na Coruña, pero deixeino en canto me casei», cuenta Dolores. Aunque originaria de Coristanco, ha pasado toda su vida en Cabana de Bergantiños, de donde es su marido, con el que se casó hace ahora cuarenta años. Desde entonces, ha trabajado siempre en las labores del campo, que compagina con las propias del hogar. Tanto es así que nos enseña las herramientas que usaban en su casa antiguamente, entre las que se encuentran una sachadora, una sementadora y un arado, que ahora decoran su jardín. «A labranza de antes non se parece en nada á de hoxe en día. Se o comparamos, agora non traballamos nada. O que si, botamos máis lixo á terra», dice Dolores. Al igual que muchos de los agricultores de la zona, ha aprovechado el tiempo seco de la semana pasada para sembrar las patatas, una labor agrícola que la lluvia ha retrasado y que está pendiente desde hace aproximadamente un mes. «De momento non lle tememos á peste da polilla gualtemalteca», dice.

 Al preguntarle sobre la popularidad y resonancia que está teniendo la foto en la que sale en primer plano ataviada con ropa de faena y con un sacho al hombro, Dolores sonríe, está contenta, y le resta importancia. Nunca se ha interesado por el mundo digital. Es más, todavía no tiene un teléfono móvil propio. «Miro todo o que me ensinan as fillas, pero nunca me picou a curiosidade por ter un. Elas din que vou ser famosa por esta foto, pero eu diso non entendo nada», opina.


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