La Voz de Galicia

El temporal de mar de fondo que tiene al Hawk refugiado en Fisterra obliga a dos petroleros a salir del puerto coruñés

Fisterra

e. mouzo a coruña / la voz

El primero en salir fuera de la dársena fue el Eagle Turin, de 247 metros de eslora y 42 de manga y que tenía previsto descargar 83.000 toneladas de petróleo

09 Nov 2017. Actualizado a las 05:00 h.

Ayer se registró en todo el litoral gallego y particularmente en la comarca y en la costa coruñesa mar de fondo del noroeste con olas de hasta 5 metros de altura De ahí que el buque Hawk, siga refugiado en la ría de Corcubión frente a Fisterra, con la plataforma petrolífera que transporta desde Corea del Sur hasta Noruega. De hecho, su parada en la zona, que tanta expectación ha generado, se debió precisamente a las previsiones meteorológicas. Este mar adverso se dejó sentir también el interior del puerto urbano de A Coruña, en los pantalanes 3 y 4 de Repsol donde se encontraban amarrados dos buques tanque, el Eagle Turin y el Sichen Hawk. Pero la fuerte resaca de la marejada que había fuera del dique de abrigo y que entraba en el interior del puerto rompía los cabos de los buques tanque, «una situación que no sucedería si estos petroleros estuviesen en las nuevas instalaciones de punta Langosteira», según los expertos consultados. Pero para ello Repsol tiene que llevar sus instalaciones, presumiblemente en el 2018, hasta el puerto exterior.

El primero en salir fuera de la dársena fue el Eagle Turin, de 247 metros de eslora y 42 de manga y que tenía previsto descargar 83.000 toneladas de petróleo. El buque permanecía a última hora de ayer a la capa, a la altura de la Torre a la espera de que amaine el temporal. Después le tocó el turno al Sichen Hawk, de 170 metros de eslora y 26 de manga que estaba cargando gasoil. Su capitán decidió arriar amarras y fondear en la ría de Ares.

 

 

El mar de fondo, que por el momento no ha motivado que los pesqueros de Laxe busquen refugio en Camariñas como otras veces, también obligó a la capitana del Queen Elizabeth a adelantar en unas cuatro horas su entrada en el puerto coruñés. Tuvo problemas con los estabilizadores y el buque, con 2.000 pasajeros y 1.000 tripulantes se balanceaba mucho. Su salida, estaba pendiente de reparar la avería y de que mejorase el tiempo.

 


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