La Armada localiza un cañón y una pieza de artillería bajo el mar en Laxe

El teniente de navío Ángel Lozano Gálvez confirmó ayer que la unidad de buceo de la Armada que él manda localizó ayer en la bahía de Laxe un cañón de hierro y un pieza de artillería. Estaban donde ya habían buscado en octubre pasado, pero sin éxito, debido a la escasa visibilidad que había en el fondo. Las condiciones de ayer fueron mucho mejores, pero el fondo seguía estando embarrado, un problema que el marino considera una ventaja. «Tiene un efecto de protección. Hay un alga que cubre la zona que cuando la mueves suelta un polvillo que oscurece todo», explicó. A pesar de ello, fue posible concretar la ubicación del cañón. La procedencia es, todavía, solo una suposición. Allí se hundió la fragata Nuestra Señora de los Placeres, en 1793, por lo que podría proceder de ese barco, pero eso lo tendrán que determinar los arqueólogos submarinos.

Lo que ha hecho equipo de la Armada es confirmar el hallazgo del buceador laxense Ernesto Lema Vidal y atender la demanda de José Manuel Pato González, delegado de la Real Liga Naval Española, para que los restos figuren en la cartografía que comparte la Armada con la Xunta de Galicia para preservar el patrimonio submarino.

Se trata de «una estrecha relación» en la que la Armada realiza labores de «vigilancia y protección». Ernesto Lema había hablado de tres piezas, pero ayer solo fue posible vislumbrar una, aunque para la digitalización de la posición en la bahía de Laxe es suficiente. Si, con el tiempo, hay una prospección, ya serán los técnicos los que busquen con mayor detalle. La labor de ayer se centró en garantizar la protección de los restos por si hubiera algún saqueo, algo que ya ha ocurrido en Laxe con una intervención en el Douro, del que se extrajeron monedas de oro.

El yacimiento submarino quedará, pues, documentado. El segundo paso, para el que no hay plazo, depende de la Consellería de Cultura, que podría encargar a la empresa Archeonauta, del arqueólogo Miguel San Claudio, el análisis de los elementos de artillería.

Es importante el trabajo porque en el puerto laxense se realiza un dragado que no afecta a la zona en la que se encuentra el cañón, pero el hecho de que se haya oficialmente localizado aumenta su protección incluso de cara a las obras.

En mayo de 1999 ya se llevó a cabo una inmersión en la bahía laxense a cargo de la Armada y también a instancias de José Manuel Pato, como recordó el teniente de navío Ángel Lozano. Entonces la intención era encontrar los restos del Adelaide. Investigaron en la zona del muelle, donde, al parecer, avistaron media docena de cañones.