Un incendio originado por un rayo destruye el santuario muxián de A Barca

La Navidad del 2013 estuvo marcada en Muxía por el incendio que destruyó el santuario de A Barca. Un rayo fue el causante de un suceso que causó una gran conmoción entre los vecinos de la localidad y cuyos ecos se dejaron sentir por toda Galicia e incluso en el extranjero. Las llamas destruyeron la cubierta y el interior del templo, incluyendo gran parte de los retablos y de las imágenes religiosas.

Dos vecinas que habían salido a correr, como todas las mañanas, por la zona fueron las primeras en percatarse de que algo ocurría y en avisar al párroco, Manuel Liñeiro. La labor de los equipos de extinción no logró evitar los cuantiosos daños, pero el suceso despertó también una ola de solidaridad y de unión en la localidad en torno a su monumento más representativo.

Las autoridades no tardaron tampoco en anunciar -así lo hicieron tanto la Xunta y la Diputación- su compromiso con la reconstrucción del templo y el alcalde, Félix Porto, incluso, aventuró decidido a conseguir que pudiese reabrir sus puertas para la romería del año siguiente. Pero, finalmente, fueron necesarios casi 17 meses para que A Barca fuese reinaugurada de forma oficial.