Con la ruptura en sus manos

El Lugo puede igualar hoy su mejor racha de la temporada en cuanto a jornadas seguidas en las que ha sumado: seis. Un registro que, con la victoria la pasada semana en casa contra el Recreativo, de momento le ha vuelto a proporcionar un pequeño impulso clasificatorio. Conseguir de nuevo los tres puntos colocaría al equipo en disposición de ruptura con los puestos de peligro, manteniéndolo en el pelotón de cabeza de la Segunda División. Claro que para ello deberá superar al Sabadell, a las cinco en punto de la tarde, la hora del fútbol, en la Nova Creu Alta.

Una plaza nada sencilla. De hecho, junto a Ipurúa, el feudo más complicado de conquistar de toda la categoría. El Lugo se mide al conjunto que mejores números presenta en su casa, lo que le añade dificultad y valor a la empresa.

Con el transcurso de las jornadas, ambos se han convertido en rivales directos, separados por tan solo dos puntos (43 contra 41). Los rojiblancos, por delante, tienen en su mano, prácticamente, la posibilidad de eliminar a un nuevo enemigo en su lucha. Y aumentar el colchón por lo que respecta a los puestos de descenso, vistos cada vez con mayor lejanía.

Ante el Recreativo recuperaron las mejores sensaciones de su juego, toque, presión y velocidad en la circulación. Conseguirlo fuera de casa supondría un cambio con respecto a la imagen conservadora que ha dado el equipo en sus últimos desplazamientos.

Desde Soria

Y es que el Lugo no ha obtenido el triunfo lejos del Ángel Carro desde el primer partido de la segunda vuelta, en Soria, cuando vencieron por 0-1 con un solitario gol de Enzo Rennella. No obstante, ante el aparente poder intimidador de la escuadra local ante su público, puede oponer el mérito de ser uno de los visitantes más incómodos del momento. Y es que, salvo el borrón de Girona, ha sumado en cada uno de sus viajes desde que el campeonato atravesó su punto de inflexión.

Quique Setién cuenta con los mismos 18 que tuvo ante el Recreativo de Huelva, pues a las bajas de Pablo Álvarez, Sandaza y De Coz se suma la ya habitual decisión técnica de dejar fuera a Ernesto.