Un derbi para la tranquilidad

Mucho han cambiado las cosas desde que Lugo y Ponferradina se midieran en el Ángel Carro el pasado mes de junio. Entonces, los bercianos aspiraban a hacerse un hueco en la promoción de ascenso a Primera, mientras que los rojiblancos afrontaban el último capítulo de una temporada sin sobresaltos. Mañana, a las 18.00 horas, los dos equipos volverán a verse las caras a la orilla del Miño. Y las dos palabras que más se manejan, en esta ocasión, son derbi y permanencia.

El Lugo ha insistido en que intentará crecer en el duelo de mañana a través de la posesión, un argumento que la Deportiva intentará neutralizar a base de presión. Vuelve Seoane, una vez cumplido el partido de sanción que le impidió estar en Murcia. Y las incógnitas se ciernen sobre Iván Pérez y Pablo Álvarez, que han trabajado al margen del grupo en alguna ocasión durante la semana.

La Ponferradina comparecerá en el Ángel Carro sin Yuri ni Samuel. Dos bajas sensibles, especialmente la del primero -su principal goleador-, para una escuadra a la que se le atraganta cada uno de sus desplazamientos. El hecho de no vencer lejos de El Toralín desde septiembre pesa como una losa, y más cuando la soga del tiempo empieza a apretar a medida que se aproxima el final de curso.

En la memoria, el empate a dos de junio que dejó un regusto amargo en la escuadra berciana.

Últimos retoques

El Lugo realizará hoy una última sesión de entrenamiento en la que podrían perfilarse los últimos detalles antes del derbi de mañana.