La Voz de Galicia

Abel Vilela expuso la evolución de Lugo desde que La Voz abrió su delegación

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e.g.s. lugo / la voz

La conferencia del historiador fue un ameno paseo por la ciudad de ayer y de hoy

13 Dec 2016. Actualizado a las 10:21 h.

Os 50 anos de La Voz de Galicia en Lugo, tituló el historiador Adolfo de Abel Vilela la conferencia que pronunció en la tarde de ayer en la Diputación. Fue un repaso por el Lugo que fue y el Lugo que es, poniendo en relación el ayer con el hoy. De aquel Lugo de 1965, cuando La Voz abrió delegación en la ciudad amurallada, a la capital que tiene por alcaldesa a la socialista Lara Méndez. La Voz tuvo, recordó, su primera sede en la ciudad amurallada en la casa número 2 de Bo Xesús, en el segundo piso del inmueble que había sido propiedad de la condesa de Campomanes. En sus bajos, desde finales del siglo XIX, estaba el comercio BBB, denominación con la que quería anunciar que lo que vendía era bueno, bonito y barato.

En aquel 1965, el historiador y conferenciante Abel Vilela tenía 19 años y Lugo era, según su descripción, una ciudad de esas que algunos llaman provincianas. El conferenciante fue recordando aquellos establecimientos, industrias y personajes que marcaron la vida de la ciudad desde que La Voz de Galicia abrió delegación en Lugo. Desde los comercios más acreditados que se fueron quedando en el camino, a las industrias que como Abella, Frigsa y Complesa fueron lujos industriales en una ciudad con muy poca industria. No se olvidó el conferenciante de las emisoras Radio Lugo, la decana, y Radio Popular, ni de las gentes que les pusieron voz. Tampoco se olvidó de las librerías que ya no están (se perdieron ocho en 50 años). Y, claro, recordó Adolfo de Abel Vilela cómo la Muralla se libró de los edificios adosados y de las primeras investigaciones sobre el monumento. Tampoco dejó en olvido cómo cayeron las Salesas y sobre su solar de levantó la sede de la Xunta; cómo el Vicerrectorado acabó en Pío XII. Habló de los cines que se llevó por delante la piqueta, de las más acreditadas casas de lenocinio y de cuarteles, soldados, limpiabotas, alcaldes y el gordo de la Lotería de 1976. En síntesis, Abel Vilela recordó qué pasó en Lugo desde que La Voz abrió su delegación en 1965.


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