Otro trampolín en Albacete

La fiesta debe continuar. La milagrosa victoria sobre el Mirandés con dos goles postreros de penalti de Manu Barreiro devolvió la sonrisa al Lugo, pero no fue más que el principio del impoluto final de liga que necesita completar el conjunto rojiblanco para continuar en Segunda División. Un resultado adverso en Albacete este martes (21.30 horas, Movistar LaLiga) en la cuadragésima jornada del campeonato le arrebataría toda la confianza adquirida en ese último encuentro en el Ángel Carro y lo volvería a condenar a una situación agónica en la tabla, mientras que en caso de encadenar un nuevo triunfo multiplicaría sus opciones de huir de la zona de descenso y depender de sí mismo en las dos últimas fechas, en las que recibirá al Cartagena y visitará al Rayo Vallecano.

Si la victoria es vida para los lucenses, lo es todavía más para el Albacete, colista, que lleva desde principios de año encerrado en el sótano de la clasificación y ahora vislumbra un rayo de luz gracias a sus dos triunfos —Mirandés (1-0) y Ponferradina (0-1)— y dos empates —Rayo (2-2) y Almería (1-1)— en sus cinco últimos compromisos. En el partido de la primera vuelta, una pena máxima convertida por Manu Barreiro había dado la victoria al Lugo que entonces conducía Mehdi Nafti.

La misma convocatoria

El cuadro albivermello, que ahora presenta solo un punto de desventaja sobre las posiciones de permanencia, acude a esta nueva guerra con el mismo ejército de soldados que el de hace unos días ante el Mirandés, lo que quiere decir que Iriome, Carrillo, Carlos Pita, Roberto Canella, Pedro López y Arvin Appiah no se han restablecido de sus dolencias y debieron quedarse fuera de los planes de Rubén Albés. En la convocatoria de 22 futbolistas volvieron a entrar el tercer portero, Fran Vieites, los jugadores del filial Carlos Torrado y Christian Martínez y el juvenil Luis Castro. De estos tres últimos habló maravillas Albés.